La start-up china Singulato, que impulsa la construcción de modelos eléctricos en China, ha llegado a un acuerdo con el grupo japonés Toyota para ‘recuperar’ el pequeño y ya descatalogado iQ que fue abandonado hace cuatro años, y electrificarlo para venderlo en el mercado chino. Toyota anunció hace unos meses su intención de abrir sus patentes a otros fabricantes. Muchos pensaron que la demanda de las marcas se centraría en la tecnología híbrida, pero ha sido Singulato la primera que en aprovechar la oportunidad.
El Toyota iQ (prueba en este enlace) tenía la ventaja sobre el Smart de ofrecer 4 plazas, aunque a costa de no ofrecer maletero; tras los asientos traseros no había un espacio que alcanzara los 30 litros y si se quería espacio de carga era imprescindible abatir los asientos posteriores. Y es que no hay milagros en un automóvil de apenas 2,99 metros, 44 cm menos que el pequeño Toyota Aygo (prueba de este modelo en este enlace) que se comercializa actualmente.
El eQ (información de la época en este enlace) tenía un motor de 68 kW y un pack de baterías de 12 kW/h que le otorgaban una autonomía de unos 80 km, con unas aceleraciones discretas: 14,2" para pasar de 0 a 100 km/h. Obviamente, Singulato quiere ofrecer unas prestaciones mayores. No ha anunciado detalles técnicos, pero ha dejado entrever que la autonomía debe estar entre 250 y 300 km, más que suficientes para un automóvil eminentemente urbano.