Lo del Koenigsegg One:1 es impresionante. Que un fabricante minorista y prácticamente artesanal haya puesto contra las cuerdas a gigantes como Ferrari, Porshce o McLaren parece casí imposible, pero así es.
Mucho se han peleado los grandes por conseguir el hypercar definitivo y, tras inversiones millonarias, se podría decir que con sus últimas creaciones lo habían conseguido. Aunque viendo las capacidades del One:1, parece que igual se han quedado un poco cortos.
Vale que el de Koenigsegg es una edición muy especial limitada a solo 6 unidades, pero es un vehículo de calle que en unas vueltas turísticas a Suzuka, batió el récord del trazado. Y que acaba de hacer algo similar al llegar a Spa-Francorchamps.
En realidad el One:1 ya logró el mes pasado el mejor tiempo del circuito, al rodar en 2:33.26, desterrando el anterior récord de 2:38. Pero dado que todavía siguen afinando su puesta a punto, volvieron para seguir rebajándolo.
Durante dos días en los que el primero serviría de pruebas, tratarían nuévamente de mejorar el tiempo, pero las limitaciones de ruido de la pista de 110 dB para el primer día y de 103 dB para el segundo, dieron al traste con sus planes.
No pudieron aprovechar todo el tiempo del que pensaban disponer, ni la pista vacía durante una hora que se les iba a conceder. Pero eso no fue problema para el One:1, que durante las vueltas de prueba, con neumáticos a medio uso y con tráfico en pista, batió su propio tiempo casi sin quererlo al rodar en 2:32.14, más de un segundo por debajo del tiempo del mes pasado.
Sin terminar de afinar y sin las condiciones idóneas, el Koenigsegg va batiendo récords allá donde va. Si los últimos límites de velocidad impuestos en Nürburgring no se lo impiden (puede que no se apliquen en ciertos casos), habrá que ver de lo que es capaz en el circuito de referencia mundial.