No hay más que verlos, los nuevos Range Rover y Range Rover Sport enamoran a primera vista. Si a un más que atractivo diseño le sumamos le mejora notable en todos los apartados respecto a sus antecesores, el éxito está asegurado.
Algo que ahora parece claro no lo era tanto en las previsiones iniciales de la propia Land Rover, que ni por asomo esperaba el éxito que están teniendo ambos modelos. La demanda es tal que las listas de espera para un Range Rover son de 6 meses, que se elevan hasta 9 para la versión Sport.
El mayor responsable de este desbordamiento está siendo China, un lugar donde el precio de estos modelos puede llegar a los 340.000 euros debido a los altos aranceles. Además la paciencia de los chinos más poderosos no es lo que se dice elevada y, para saltarse puestos en las listas de espera hay quienes llegan a pagar pluses de hasta 60.000 euros.
De momento Land Rover no puede hacer nada para solucionar la situación ya que su fábrica de Inglaterra está funcionando a pleno rendimiento a 3 turnos los 7 días de la semana. Satisfacer más rápidamente la demanda le vendría francamente bien a la compañía para sanear sus cuentas más rápidamente, pero con semejante éxito lo conseguirán más pronto que tarde.
[Fuente: Automotive News]