Dicen los últimos estudios de mercado que los compradores empiezan a valorar más la conectividad y los sistemas de infoentretenimiento de un vehículo, que las antaño fundamentales prestaciones y dinámica. Así, con un mercado en el que los coches ya no interesan por ser coches, hay que buscar nuevas vías y Range Rover lo ha hecho, vaya si lo ha hecho.
El nuevo Range Rover Evoque Convertible puede parecer un absoluto sinsentido, al menos sobre el papel. Un SUV compacto, premium, de tres puertas y lo nunca visto, ¡descapotable! (dejemos al Nissan Murano descapotable como caso aparte). Pero igual que su hermano de techo convencional, cautiva nada más verlo y eso, al fin y al cabo, es lo que interesa a los compradores de hoy en día.
Para crear este automóvil, coqueto entre los coquetos, Range Rover ha rediseñado su Evoque de tres puertas cortando su techo por lo sano. Maniobra que le ha sentado genial por fuera pero bastante mal por dentro, pues el Convertible ronda los 1.950 kg de peso, casi 300 kg más.
Y eso que el techo es de lona y pesa ‘solo’ 68 kg. Disponible únicamente en color negro, se abre y cierra automáticamente en 18 y 21 segundos respectivamente a velocidades de hasta 48 km/h. Al replegarse se aloja en un compartimento diferente al maletero, que queda muy mermado en esta versión al pasar de los 550 litros originales a apenas 251.
En todos los casos el Evoque Convertible cuenta con cambio automático de 9 velocidades y sistema de tracción total Active Driveline, asociados a uno de los tres motores disponibles, los dos diesel (que utilizan AdBlue) 2.0 TD4 de 150 y 180 CV y el gasolina 2.0 Si4 de 240 CV.
Como es lógico, las prestaciones y el consumo se resienten por el aumento de peso. Los diesel tardan 12 y 10,3 segundos en alcanzar los 100 km/h y sus velocidades máximas son de 180 y 195 km/h, con consumos medios de 5,7 l/100 km. Mientras que el gasolina acelera en 8,6 segundos, alcanza 209 km/h y anuncia un consumo de 8,6 l/100 km.
Será difícil que los propietarios de este Evoque lo metan en líos fuera del asfalto, pero como buen Range Rover que es, sería capaz de afrontar unos cuantos. Sus ángulos ataque (19º), salida (31º) y ventral (18,9º) son algo peores que los del modelo cerrado, pero mantiene su profundidad de vadeo de medio metro y sus sistemas Terrain Response, Wade Sensing y All-Terrain Progress Control.
La actualización que ha sufrido el Evoque este mismo año ha traído consigo el nuevo sistema multimedia In Touch Control con pantalla de 8 pulgadas, pero estos equipos están en constante evolución y el Evoque Convertible estrena para toda la gama (de serie) el In Touch Control Pro. Ahora con pantalla de 10,2 pulgadas y conectividad mejorada, permite el control de sistemas como la climatización, el navegador, las cámaras y el WiFi, y cuenta además con un disco duro de 60 Gb.
La gama se estructura en dos únicos acabados, SE Dynamic y HSE Dynamic. El primero incluye sensor de luz y lluvia, alerta por cambio involuntario de carril, sensores de aparcamiento, llantas de 18 pulgadas y asientos regulables eléctricamente con tapicería de cuero. El segundo añade además faros de xenón, cámara de aparcamiento, navegador, iluminación ambiente tricolor, salidas de aire para las plazas traseras, sistema de sonido mejorado, llantas de 19 pulgadas y asientos con mayor número de regulaciones eléctricas, masaje y tapicería de cuero de mayor calidad.
Un coche resultón, bien equipado y muy deseable, que de todas formas no va a ser fácil de ver por una sencilla razón, su precio. La versión más barata cuesta 54.700 euros, demasiado para un coche de capricho.
Este es el listado de precios completo:
Evoque Convertible TD4 SE Dynamic (150 CV): 54.700 €
Evoque Convertible TD4 HSE Dynamic (150 CV): 61.200 €
Evoque Convertible TD4 SE Dynamic (180 CV): 57.700 €
Evoque Convertible TD4 HSE Dynamic (180 CV): 64.200 €
Evoque Convertible Si4 SE Dynamic (240 CV): 63.400 €
Evoque Convertible Si4 HSE Dynamic (240 CV): 70.500 €