Conducir un coche híbrido es una experiencia distinta a la de conducir un coche convencional con motor de gasolina o diésel, pero, si se trata de un modelo híbrido plug-in con una batería de mayor capacidad y, sobre todo, recargable en fuentes externas, la experiencia varía todavía más. La tecnología híbrida más avanzada implica una nueva manera de conducir porque, a diferencia de un híbrido ligero (MHEV) o de un híbrido convencional (HEV), un híbrido enchufable o plug-in (PHEV) permite viajar en modo 100% eléctrico durante algunas decenas de kilómetros combinando así lo mejor de dos mundos: el de los vehículos 100% eléctricos y el de los modelos con motor térmico.
PEUGEOT anunció hace ya algún un tiempo su voluntad de ofrecer a sus clientes la tecnología más innovadora y concretó ese compromiso con el lanzamiento de sus primeros modelos electrificados entre los que destacan el SUV 3008 HYBRID4 y los 508 y 508 SW HYBRID.
En estas versiones híbridas plug-in hybrid de dos de sus modelos de más éxito, la marca ofrece a los conductores 4 modos de conducción diferentes para poner de manifiesto el placer de conducir que se experimenta al volante de cualquier modelo de PEUGEOT.
Cuatro modos de conducción que permiten satisfacer las exigencias de movilidad de los clientes en función del contexto en el que se encuentren y de las prestaciones que requieran de su coche, siempre con la idea de obtener la combinación ideal en términos de eficiencia energética.
Los PEUGEOT 3008 HYBRID4 y 508 HYBRID (berlina y SW) disponen de un selector en el salpicadero a través del cual pueden seleccionarse los distintos modos de conducción: