Cuando llegó al mercado era una incógnita por su revolucionario concepto y su precio algo alto, pero con el tiempo el Smart fortwo se ha hecho un hueco fijo. Sin rival directo, el biplaza presenta una nueva generación sin grandes cambios aparentes, pero con una importante novedad, el desembarco junto a él de una versión de 4 puertas: el nuevo forfour.
La clave de todo hay que buscarla en la alianza de Daimler con Renault, que ha servido para desarrollar desde cero esta nueva generación. Para hacer al fortwo mucho más rentable y cumplir con las necesidades de Renault, la nueva plataforma con el motor colocado en posición trasera que mueve las ruedas de ese mismo eje, ahora da cabida a los nuevos derivados de 4 puertas.
El forfour es un primo muy cercano del Twingo, sobre el que Smart ha impreso su sello de identidad. Un vistazo al perfil confirma que son el mismo coche, pero las diferencias ya se aprecian en detalles como las manetas (son diferentes y además las traseras del forfour no van ocultas) y las tomas de aire que presenta este en las aletas traseras.
Smart ha utilizado además un portón trasero ‘clásico’ en lugar del enteramente de cristal del Twingo, diferenciado ambos modelos y asemejándolo a su vez al fortwo, aunque el de este es de doble hoja. Ambos fabricantes querían productos diferenciados, y en Smart se han servido del diseño de sus últimos concepts para darles vida. Los grupos ópticos de formas cuadrangulares, el capó que los enmarca y la peculiar parrilla, son sus principales señas de identidad.
Se configuran así dos versiones de 3,49 y 2,69 metros, con 5 y 2 puertas, y con 4 y 2 plazas respectivamente. Anchura (1,66 m) y altura (1,55 m) son iguales, con la evidente diferencia de una batalla (2,49 y 1,87 m) que sitúa siempre las ruedas en los extremos con unos voladizos ínfimos. Esa disposición de las ruedas, con un ancho de vías 10 cm mayor que en el anterior fortwo, aseguran una buena estabilidad, confiada a un esquema de suspensiones McPherson delante y de eje de Dion detrás.
En el interior las similitudes con el Twingo se repiten. El salpicadero integra en una misma pieza el gran velocímetro y una tablet a color de 7 pulgadas (opcional) que preside el habitáculo. Las cuatro toberas de la ventilación aportan un dinamismo ausente en el Twingo. La botonera del sistema de ventilación y una palanca de cambios ‘muy Renault’ terminan de definirlo. Los maleteros, cubican 260 y 185 litros en el fortwo y forfour respectivamente.
La gama de motores estará compuesta inicialmente por los tricilíndricos 1.0 (atmosférico) de 71 CV y 0.9 (turboalimentado) de 90 CV. Más adelante llegará uno de acceso con 60 CV. Para la transmisión se podrá escoger una caja de cambios manual de 5 velocidades o bien, una automática de doble embrague con 6 relaciones.
Entre los elementos de seguridad que equipa, caben mencionar habituales como el avisador por cambio involuntario de carril y la alerta de colisión (funciona hasta 90 km/h), y algún otro como el asistente de viento lateral (se activa a velocidades superiores a 80 km/h).
La gama se estructurará en tres niveles de equipamiento: passion, prime y proxy. El más básico apenas incluye elevalunas eléctricos delanteros, luces diurnas LED, programador de velocidad y pantalla monocroma en la instrumentación. Para recurrir a la pantalla a color del cuadro, los asientos calefactables, el climatizador o el volante multifunción, habrá que ascender de nivel o recurrir a los opcionales.
Sin precios todavía definidos, se espera que el fortwo parta en nuestro mercado por debajo de los 12.000 euros, a los que habría que sumar otros 700 para acceder al forfour.
Lista de precios.