Le ecuación es muy sencilla, a mayor demanda, mayor precio. Es lo que está sucediendo con el combustible en los últimos tiempos y los fabricantes son muy conscientes de ello, por lo que sus mayores esfuerzos ya no se centran en conseguir potencias desorbitadas, sino consumos ridículos.
Ese es el objetivo de la tecnología SkyActiv de Mazda, que como ellos mismos definen: “No solo se trata de una optimización de los motores sino que es una reinvención del proceso integral de desarrollo ingenieril de un vehículo, que abarca desde los motores (gasolina y diesel), pasando por las transmisiones (compactas, con menos fricciones y que logran reducir el consumo hasta un 7%), la carrocería (un 8% más ligera y un 30% más rígida) y el chasis (más rígido y con una reducción del 14% en su peso), en busca de una mayor eficiencia y de un mayor respeto medioambiental.”
En Mazda 2 ya ha estrenado un motor gasolina de 1.3 litros y 84 CV que se basa en estos principios y consigue un consumo de 3,3 l/100 Km. Pero el primer modelo concebido de forma global bajo este concepto será el todocamino CX-5.
Más lejano en el tiempo y por lo tanto con una muestra más avanzada de esta tecnología, se presentará el futuro MX-5. El pequeño roadster incluirá el motor gasolina de 1.3 litros y cuatro cilindros dotado con un sistema de sobrealimentación, lo que debería permitirle sobrepasar los 100 CV/l. Además montará la nueva plataforma con tracción trasera de Mazda que promete un peso de unos 800 kilos, todo un reto para un coche moderno.
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