Maserati quiere dejar de ser un fabricante de nicho (lugar que ya ocupa Ferrari) para convertirse en algo así como el ‘Porsche italiano’, multiplicando sus ventas por diez en los próximos años. Y eso solo puede conseguirlo con una oleada de nuevos modelos.
A la llegada próxima del SUV y de una probable berlina por debajo del Quattroporte, podría sumársele algo más adelante la de un deportivo puro. Esto es, motor colocado en posición central trasera y construcción en materiales ligeros.
La idea, según cuenta AlVolante, consistiría en tomar como punto de partida el Alfa Romeo 4C, construido con fibra de carbono y aluminio, y con su motor en la disposición buscada. Aunque el modelo de Maserati sería algo más grande y bastante más potente, pues posiblemente tomaría el corazón V8 del Ferrari 458 Italia como propulsor.
Lógicamente esto dispararía su precio hasta cerca de los 150.000 euros, lo que lo descarta como rival directo de los Porsche 911 o Mercedes ¿SLC?, e imposibilita que se convierta en un coche de gran volumen de ventas en la marca (su estimación de ventas ronda los 1.500 coches al año). El principal objetivo de este supuesto deportivo sería dar imagen de marca, ayudando así a vender otros modelos más mundanos.
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