Se avecinan tiempos difíciles para el fabricante de deportivos inglés Lotus, y es que si bien hace tiempo que la compañía no está en una situación boyante, la que ahora se le viene encima podría dar al traste con ella para siempre.
El Grupo Proton, hasta ahora último propietario de Lotus, acaba de ser adquirido por DRB-Hicom, por lo que los devenires de los ingleses dependen ahora de esta nueva empresa. Y por los primeros movimientos de DRB, no parece que la cosa vaya a ser fácil.
Como ya sabrás Lotus lleva dos años inmersa en un proceso de renovación total, que debería colocar a sus coches entre lo más granado del panorama deportivo mundial para 2016. Lanzar toda esta nueva gama de modelos lleva acompañada una inversión de 500 millones de euros, una cifra enorme para un fabricante tan pequeño como es la actual Lotus y más, cuando la deuda acumulada hasta el momento ronda los 240 millones de euros.
Con ese panorama los responsables de DRB han comenzado por cargarse a los dos máximos asesores de Proton para Lotus, y por replantearse muy seriamente el continuar adelante con el plan de relanzamiento.
Su idea pasa más bien por vender la compañía a un tercero, y perder así el mínimo dinero posible desentendiéndose por completo de seguir adelante con Lotus. Y aunque esto supondría la casi segura desaparición del ambicioso plan que estaba llevando a cabo el fabricante de Hethel, es infinitamente mejor que la también barajada liquidación de la compañía.
No será extraño entonces que veamos a partir de ahora la apertura de un proceso de negociaciones, en las que por lo visto no van a faltar candidatos. Tanto la china Youngman (que apostó muy fuerte por hacerse con Saab) como Genii Capital parecen haber mostrado ya su interés por hacerse con el fabricante británico.
El culebrón Lotus no ha hecho más que empezar, pero esperemos que no termine convirtiéndose en otro caso Saab.
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