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Lotus ha creado una nueva y más radical versión del Exige, el Exige Sport 380. Siguiendo la línea clásica de la marca de Norfolk, se ha buscado aumentar la potencia a la vez que se reduce el peso, una fórmula que se ha seguido desde hace ya más de cincuenta años.
Los veinticinco kilogramos menos provienen de varias partes del vehículo, comenzando por el alerón trasero y el difusor, así como el splitter delantero y los paneles frontales – todo ello traído del Elise Cup, reduciendo 2,7 kilogramos según Top Gear. Por otro lado, los asientos son más delgados en este coche, salvando otros seis kilogramos.
De manera opcional, también se puede reducir aún más peso escogiendo unos frenos de menor diámetro, así como una batería de ión litio que reduzca el peso en otro diez kilogramos. Por otro lado, Lotus ha logrado treinta caballos más revisando la correa del supercharger, recalibrando la centralita electrónica y el sistema de escape, alcanzando 380 caballos y algún decibelio más proveniente del mismo propulsor Toyota V6. En total, el peso del coche es de 1.066 kilogramos en vacío y de 1.100 con depósito lleno.
Todo esto se traduce en una aceleración de 0 a 100 en apenas tres segundos y medio, alcanzando una velocidad máxima cercana a los 300 kilómetros por hora. La suspensión deportiva ajustable viene de serie, mostrando un rendimiento similar al de algunos vehículos GT del mercado.
En comparación con el Exige Sport 350, el 380 cuesta unos 13.000 euros más (al menos en suelo británico). Ofrece, en definitiva, unas prestaciones con las que puede competir contra el Porsche Cayman GT4, el Porsche 911 GT3 o el BMW M4 GTS, de los cuales todas las unidades han sido ya vendidas.