Land Rover Discovery Sport

Nadie pone en duda que el Evoque fue la mejor jugada por parte de Land Rover en mucho tiempo. Un vehículo que asaltaba el pujante mercado de los SUV de tamaño medio con una imagen muy provocadora y un halo premium que sus rivales alemanes tenían difícil igualar. Una maniobra perfecta que después se trasladó a sus hermanos mayores de Range Rover y al futuro Discovery.

Ante semejante panorama, la tarea de sustituir al Freelander se antojaba complicada, pues agrandar el Evoque haría que ambos se solapasen y, continuar con la estética ya desfasada del Freelander, no conduciría a ninguna parte. En Land Rover se pusieron a pensar y concibieron nuevamente una gran idea, replicar una versión Sport como la de su Range Rover pero con el Discovery, dando lugar a este nuevo Discovery Sport.



Aunque el nuevo Discovery todavía no ha llegado al mercado, fijándonos en su concept reconocemos perfectamente las líneas del Sport. El perfil con el pilar B en negro, el D flotante (con el techo negro también se pinta de ese color el pilar A) y el C inclinado, es clara herencia de su hermano mayor. También el frontal en faros y parrilla, aunque aquí ya hay similitudes comunes a todo la gama (esa es la intención). Mientras que en la trasera se ha jugado un poco más por libre con el diseño redondo de las luces.

En el interior no ha habido más que seguir la receta de salpicadero muy vertical con consola horizontal común al resto de modelos de la casa, adaptada al nivel del coche. Eso significa que no se abusa de las pantallas digitales (velocímetro y tacómetro son analógicos), ni se carga en exceso de funciones a la pantalla central, dejando varios botones físicos en la consola.



Pese a ser más corto que el Freelander, sus 4,59 m de longitud suponen 23 cm extra frente al Evoque, lo que ha servido para poder ofrecer opcionalmente una tercera fila de asientos configurando un habitáculo de 7 plazas. Según el acabado, la segunda fila puede tener banquetas correderas y respaldos reclinables, maximizando el confort en esas plazas.

El Discovery Sport se ha construido sobre una plataforma realizada con aceros de alta resistencia, aunque para aligerar el peso, elementos como capó, aletas, techo y portón son de aluminio. La suspensión delantera es McPherson y la trasera es una multibrazo cuyo diseño, se ha optimizado para minimizar su intrusión en el habitáculo y primar el comportamiento en carretera, pero manteniendo un recorrido líder en su clase.



La gama de motores estará formada por los ya conocidos en el Evoque, los diesel de 2.2 litros TD4 (150 CV) y SD4 (190 CV) y el gasolina de 2.0 litros Si4 (240 CV). Más adelante llegará un diesel denominado ED4 de tracción delantera, que gracias a ciertas medidas de ahorro de combustible, logrará unas emisiones de 119 g/km de CO2.

De serie los motores diesel vendrán con una caja de cambios manual de 6 velocidades y opcionalmente podrán equipar la novedosa caja automática ZF de 9 velocidades estrenada este año por el Evoque, de serie con el motor de gasolina.

De la tracción se encargará el eje delantero en las versiones más básicas, mientras que por arriba aparecen dos sistemas de tracción total. El Efficient Driveline es un 4x4 ‘clásico’ en el que un embrague central multidisco tipo Haldex envía fuerza al eje trasero en función de la demanda. Mientras que el Active Driveline es un tracción delantera a partir de 35 km/h que puede conectar el eje trasero según las circunstancias.



Como buen Land Rover, el Discovery Sport viene equipado con los gadgets de la casa para conducción off road. Entre ellos encontramos el Terrain Response que actúa sobre el sistema de tracción, acelerador, frenos, dirección y caja de cambios en función de los diferentes programas (General, Hierba/Gravilla/Nieve, Barro, Surcos y Arena). También está el sensor de vadeo (la altura libre es de 212 mm) y, más encaminado a la conducción en carretera, existe un Dynamic Mode.

Entre los elementos de equipamiento se encuentra el sistema de visión de 360º con asistente de aparcamiento, el reconocimiento de señales de tráfico, al avisador de objetos en el ángulo muerto, la alerta por cambio involuntario de carril y el frenado de emergencia. Dentro puede llevar un Head-up Display y el sistema InControl, que muestra algunas de las aplicaciones de nuestro smartphone en la pantalla central.

Con el Evoque partiendo desde los 35.200 euros, el Discovery Sport no podía irse a los algo menos de 30.000 en los que arrancaba el Freelander, e inicialmente partirá con un precio de 36.350 euros para una gama que se estructurará en los niveles: S, SE, HSE y HSE Luxury.