50 años no se cumplen todos los días y Lamborghini lo está celebrando como se merece. Entre eventos, concepts y series especiales de sus modelos, se coló hace unos meses la que posiblemente es
su creación más alocada, el Veneno.Aunque su precio de
más de 3 millones de euros podía parecer descabellado, Lamborghini no tuvo problema para colocar las
3 unidades fabricadas. Es por eso que antes de terminar el año del aniversario nos han presentado
la segunda parte de este proyecto, el Veneno Roadster.Como su nombre indica, esta versión tiene la ventaja de que se puede
conducir a cielo abierto. Aunque realmente esto no es una opción,
es una obligación ya que carece literalmente de techo y no hay posibilidad de cerrarlo con algún panel. Ni siquiera con un rudimentario techo de lona como el que tenía el Murcielago Roadster.
Salvo por el pequeño detalle del techo y el nuevo diseño de las jorobas traseras que se desprende de este, todo lo demás es como en la versión cupé. El Veneno es sin duda
el modelo de calle más espectacular creado jamás por Lamborghini, y supera incluso a algunos prototipos de la marca. Muchos coches a los que otros constructores apodan concepts no llegan ni de lejos al nivel de espectacularidad del Veneno.
Bajo esas futuristas líneas se esconde el
monocasco de fibra de carbono de un Aventador, su
sistema de tracción total asociado a la
caja de cambios automática ISR de 7 velocidades, su
suspensión tipo pushrod y por supuesto su
motor V12 de 6.5 litros.En el Veneno la potencia se eleva hasta los
750 CV para conseguir lanzar sus
1.490 kg (el Roadster pesa 50 kg más que el cupé) hasta los
355 km/h, lo que lo convierte en el Lambo más veloz de la historia. La aceleración es también impresionante a pesar de perder una décima respecto a la versión cerrada en el registro de 0 a 100 km/h, algo que consigue en
2,9 segundos.
Otro de los grandes atractivos del Veneno era su exclusividad al haber solo 3 unidades, pero la
codicia de Lamborghini con la creación del Roadster y sus 9 unidades más, lo hará un poco más fácil de ver.
De todas formas esto último no va a ser un impedimento para que su precio siga siendo un auténtico escándalo,
3,3 millones de euros antes de impuestos. Se convierte así en el
coche nuevo y ‘de serie’ más caro del mundo, algo que no supondrá ningún trauma para sus 9 afortunados propietarios.