Sin miedo a equivocarnos podríamos afirmar que Koenigsegg ya cuenta con el hypercar más radical del planeta, el One:1. Aunque su tirada limitada a 6 unidades y su cercanía con el Agera R, le quitan algunos puntos.
Koenigsegg era todavía capaz de más, de crear un bólido con un nuevo diseño y un propulsor todavía más avanzado, el Regera. Partiendo eso sí, del monocasco de fibra de carbono del Agera y su motor 5.0 V8 biturbo, que para la ocasión anuncia 1.115 CV y 1.280 Nm. Pero este representa solo una parte del potencial del coche.
Sumidos en la vorágine híbrida, los ingenieros de la firma sueca han creado un propulsor cuyo bloque principal, el V8, está respaldado por otros 3 motores eléctricos. Acoplado al cigüeñal del motor de combustión aparece el primero de ellos, con 218 CV y 300 Nm, que ejerce de generador, motor de arranque y complemento para el V8. Toda esa potencia se envía al eje trasero, igual que la de los otros 2 motores eléctricos restantes, que aportan otros 245 CV y 260 Nm a cada una de las ruedas de atrás. En total, más de 1.500 CV y 2.000 Nm.
Si esto no te ha dejado lo suficientemente impresionado, has de saber que el Regera no tiene caja de cambios. Koenigsegg ha creado el sistema KDD (Koenigsegg Direct Drive), por el que la fuerza del V8 y del motor eléctrico asociado a este, se transmite a través de un embrague hidráulico hasta un grupo reductor (2,85:1), para llegar hasta el diferencial trasero sin necesidad de pasar por una caja de cambios.
Esto es posible gracias a que a bajas velocidades, los encargados de mover el coche son los motores eléctricos asociados a cada una de las ruedas traseras, acoplando el grupo principal, formado por el V8 y su motor eléctrico, una vez que se ha ganado velocidad (a partir de unos 40 km/h). Conforme aumenta la velocidad, el V8 va subiendo de vueltas y aportando cada vez más potencia y par, llegando a su punto álgido cuando gira a más de 8.000 revoluciones y el Regera supera ya los 400 km/h.
Un cóctel a priori perfecto, que elimina las pérdidas por rozamiento que se producen en las cajas de cambios, y aprovecha todo el potencial de los motores eléctricos. Porque estos (los dos traseros) además de mover el coche a bajas velocidades y permitir una autonomía eléctrica de unos 50 km, hacen las funciones de un control vectorial del par en las curvas.
La batería que alimenta todo el compendio eléctrico tiene 9,2 kWh de capacidad, puede cargarse directamente en un enchufe y pesa solo 115 kg. Gracias a esa ligereza, el Regera se permite anunciar un peso en vacio de 1.420 kg, con unas dimensiones de 4,56 m de largo, 2,05 m de ancho y 1,11 m de alto.
Si ya has hecho cálculos, podrás imaginar que las prestaciones son de auténtico vértigo. Tanto que en Koenigsegg pasan de cifras como el 0 a 100 km/h o el 0 a 200 km/h, y se van directamente al 0 a 400 km/h, para el que anuncian un tiempo inferior a 20 segundos. Realmente brutal. La velocidad máxima rondará los 410 km/h.
Para ser un coche que supera los 400 km/h, el diseño es bastante limpio y fluido, e incluso el techo es desmontable y el alerón queda oculto en parado. Pero el trabajo aerodinámico está ahí, y como prueba tienes los 450 kg de carga descendente que es capaz de generar a 250 km/h.
Las llantas son de fibra de carbono y montan unos neumáticos especialmente desarrollados para la ocasión por Michelin, en medidas 275/35 R19 delante y 345/30 R20 detrás. El equipo de frenos de material cerámico cuenta con discos de 397 y 380 mm y pinzas de 6 y 4 pistones delante y detrás respectivamente.
El escape ha sido desarrollado por el especialista Akrapovic y en contra de lo que parece a primera vista, sus terminaciones no se encuentran en el embellecedor ovalado del centro del difusor, ese es un extractor de calor del motor. Las salidas de escape son unas finas láminas integradas en las aletas verticales del difusor. Originales, sin duda.
El interior sigue la tónica exterior, con un aspecto original pero para nada chirriante. El cuero marrón se usa profusamente para dar calidez, ya que Koenigsegg quiere situar al Regera más cerca de un Veyron que de un P1. Una pantalla táctil de 9 pulgadas con el sistema Apple Car Play ofrece un sistema multimedia a la última, totalmente compatible con teléfonos iPhone.
Aunque veas 2 levas tras el volante, estas no engranan ninguna marcha, porque no hay. Solo sirven para poner punto muerto, marcha atrás, marcha adelante y posición de parking.
El Regera tendrá una tirada limitada a 80 unidades con un precio próximo a los 2 millones de euros. Cifras propias del universo de los hypercars, al que pretende entrar por la puerta grande.