Cuando en el año 2002, 4 años después de ser adquirida por Hyundai, KIA lanzó la primera generación del Sorento, buscaron inspiración estética en el Lexus RX. 12 años y dos generaciones después, el SUV de la coreana ya tiene personalidad propia y presenta su tercera generación maximizando su tamaño.
El nuevo Sorento crece en longitud, anchura y batalla (4.78, 1.89 y 2.78 m respectivamente), a la vez que reduce su altura (1.69 m). Sigue ofreciendo hasta 7 plazas distribuidas en 3 filas de asientos, habiendo ganado espacio en todas las cotas y aumentando su maletero hasta los 605 litros (90 l más que antes).
Ofrecer un gran espacio interior era su principal objetivo y por eso lo más destacable de su diseño es el nuevo frontal, que adopta los rasgos que predominan en la marca. Su techo va muy recto hasta el final para maximizar el espacio del habitáculo, evitando caer en la tentación de curvar su silueta. Solo la línea de las ventanillas hace esto, en un intento de aportar algo de dinamismo.
Para el interior KIA tampoco ha usado artificios y ha creado un salpicadero muy práctico. La pantalla central se sitúa alta y centrada para tener un buen acceso, y bajo ella el conjunto de mandos para el sistema de climatización y alguna otra función, con unos botones de generoso tamaño. El cuadro, dominado por el velocímetro, cuenta con una pantalla digital en su interior.
El chasis del Sorento es ahora un 14% más rígido y cuenta con dirección eléctrica y un esquema de suspensiones McPherson delante y multibrazo detrás rediseñado. Los esfuerzos de KIA se han centrado en conseguir una pisada que resulte más placentera para los ocupantes y, en reducir el nivel de ruido en el habitáculo.
Aunque la gama de motores estará compuesta por cinco bloques con potencias comprendidas entre los 172 y los 270 CV, a Europa solo llegarán dos de ellos: el diesel 2.2 CRDi (197 CV) y el gasolina 2.4 GDI (203 CV), ambos de inyección directa.
Entre el equipamiento de seguridad del nuevo Sorento podrán encontrarse sistemas como el control de crucero adaptativo, el asistente para el mantenimiento de carril, la alerta de colisión frontal, el detector de objetos en el ángulo muerto, el control trasero de tráfico y el identificador de límites de velocidad.
KIA presenta así un coche que está más orientado a mercados como los asiáticos y los americanos, donde el tamaño y la suavidad son factores que se valoran mucho en un SUV.