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Kia ha anunciado la presentación de dos nuevas creaciones para el Salón del Automóvil de Detroit: el Niro y el Telluride. Estos dos prototipos se dirigen a dos segmentos de mercado muy diferentes, ya que el primero pertenece al de los SUV mientras que el otro, aunque también entra dentro de la definición de SUV, cuenta con unas dimensiones mucho mayores.
El Niro continúa la tendencia de los propulsores híbridos y el downsizing, combinando un motor de gasolina con un propulsor eléctrico, buscando el objetivo de lograr el vehículo con la menor cifra de emisiones posible – según Top Gear, el objetivo es bajar de los 90 gramos por kilómetro de CO2. La versión definitiva aparecerá en el Salón de Chicago el próximo mes de febrero.
En cambio, el Telluride es un siete plazas basado en un chasis del Sorento modificado. Aunque el prototipo cuenta con puertas suicidas, llantas de veintidós pulgadas y el sistema Light Emitted Rejuvenation (que ayuda a combatir los síntomas del jet lag), no se espera que estos elementos lleguen a la versión de producción. Sus proporciones le llevarían a enfrentarse a rivales como el Volvo XC90 o incluso a alguno de los Range Rover.
El propulsor que lleva no es ninguna revolución tecnológica, aunque las cifras son bastante prometedoras para un SUV:un 3.5 V6 que, unido a un motor de gasolina (entraría dentro de la categoría de vehículos PHEV), es capaz de alcanzar los 400 caballos de potencia. Al tener dos motores y distribuir la potencia a los cuatro ejes, se trataría además de un tracción a las cuatro ruedas.