A pesar de contar ya con un centro de I+D en Rüsselheim (Alemania), Kia ha querido acercarse más al verdadero epicentro para el desarrollo mundial de vehículos, el Circuito de Nürburgring, con un nuevo centro de pruebas que acaba de inaugurar.
Tras 15 meses de construcción y con una inversión de 6,62 millones de euros, las instalaciones están finalizadas y listas. El edificio cuenta con 4 plantas en las que se distribuyen oficinas, talleres y sala VIP.
En los 20,8 kilómetros de trazado del Nordschleife se suceden 73 curvas (40 a derechas y 33 a izquierdas) con un desnivel de 300 metros. Su exigencia permite que 10.000 kilómetros de test equivalgan a unos 150.000 en la vida real, por lo que los datos obtenidos en pocas semanas son muy valiosos y rentables.
La importancia de este centro es vital para Kia, como se desprende de las palabras de su máximo responsable en Europa, Michael Cole: “El dinamismo en los Kia es cada vez más importante para nosotros. Nürburgring es uno de los desafíos más extraordinarios que existen para un coche y disponer de una instalación permanente hará que los ingenieros maximicen la efectividad de las pruebas”.