Muy pocos se atreven a hacerle la competencia a las marcas premium alemanas en un territorio en el que son prácticamente imbatibles como es el de las berlinas de altas prestaciones, pero Jaguar se lanzó de lleno el año pasado a por ellas con el XFR-S y este año repite jugada con el nuevo XFR-S Sportbrake.
La versión familiar apenas difiere de la berlina y comparte con ella unos rabiosos 550 CV de potencia y 680 Nm de par enviados a las ruedas traseras. Una conjunción delirante salida del 5.0 V8 sobrealimentado que también se monta en los F-Type, XK y XJ.
La caja de cambios sigue siendo la automática de 8 velocidades, que en consonancia con el modelo incluye funciones como el Launch Control, el ajuste de revoluciones en los cambios con un golpe de gas y, un medidor de fuerzas laterales que detecta si estamos en una curva y mantiene la marcha.
Para que el eje trasero no se desmande, cuenta con un diferencial autoblocante electrónico, cuyo funcionamiento según Chris Harris no está a la altura de los de sus rivales (puedes ver como se desenvuelve el XFR-S frente al M6 Gran Coupé y el E 63 AMG en esta vídeo prueba). Este, al igual que la suspensión y el ESP, han sido recalibrados en el familiar para adaptarse a su mayor peso.
La estética del Sportbrake, como en la berlina, no te permitirá pasar desapercibido con sus faldones con generosas tomas de aire y difusor, aletas con salidas de aire, llantas de 20 pulgadas, 4 salidas de escape… lo único que pierde respecto a la berlina es el enorme alerón trasero.
Si con solo verlo te has enamorado de él y estabas preparando la chequera para encargar uno, siento decirte que si vives en España o Portugal no lo encontrarás en la red oficial de concesionarios. En la península no somos tan amantes de los familiares como en el resto de Europa, y Jaguar considera que con ofrecer en nuestro mercado el XFR-S berlina es suficiente.