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Fisker y General Motors han presentado su nueva creación, el sensacional VLF Automotive Force 1 V10, llamándolo ‘El Superdeportivo Americano’. Se trata de un superdeportivo que tiene como influencia directa el Dodge Viper, aunque en los diseños originales recordaba más al Aston Martin DB10 de la película de James Bond ‘Spectre’ (la misma marca británica llegó a señalarlo).
El símil con el Viper no es casualidad – hasta tiene la salida de escape en el lateral –, pues el proyecto es una unión de los esfuerzos de Ben Keating (quien corrió con los Viper años atrás), el jefe de General Motors Bob Lutz y Henrik Fisker, el encargado de vehículos como el BMW Z8, Aston Martin DB9, V8 Vantage y su Fisker Karma. Su motor también es una señal al mítico modelo de Dodge, pues es un 8.4 V10 capaz de rendir hasta 745 caballos de potencia.
Junto a este V10 atmosférico se acopla una caja de cambios manual de seis marchas (existe una opción automática) que, con neumáticos Pirelli, frenos Brembo y un peso de 1.538 kilogramos (la carrocería está fabricada en fibra de carbono), debería contribuir a una experiencia cercana a un vehículo de competición. El cero a cien lo realiza en tres segundos, alcanzando una velocidad máxima de unos 360 kilómetros por hora.
Otro de los puntos a favor de este superdeportivo americano es su precio, pues por este rendimiento se pide la suma de246.885 euros según Top Gear. Por tanto, se convierte de este modo en una alternativa económica a otros bólidos de marcas como McLaren, Ferrari o Lamborghini.