La idea de Fiat de resucitar al 500 fue un éxito rotundo y quizás de ahí saliese también la de resucitar a otro antiguo icono, el 124 Spider. Este pequeño roadster acaba de presentarse en el Salón de Los Ángeles haciendo un claro guiño al mercado norteamericano y como habrás podido adivinar, tiene truco.
El nuevo Fiat 124 Spider no es ni más ni menos que un Mazda MX-5 recarrozado con bastante buen gusto y motorizado por la casa italiana. A diferencia de otros modelos hermanos, ambos roadster tienen personalidad propia y se presentan con razones suficientes para que el cliente se decline por uno u otro en base no solo, a la oferta que le hagan en los distintos concesionarios.
¿Y cómo se lucha contra el MX-5, uno de los roadster más afamados del mundo? Pues cambiando radicalmente el estilo y apostando por un aire retro. Los paneles y grupos ópticos del Fiat son de formas bulbosas, en contraposición a las limpias y afiladas del Mazda. El alargado capó también recuerda a los clásicos y marca diferencias con el japonés, que por cierto, es 13 cm más corto que el 124.
Precisamente bajo ese capó se encuentra otra diferencia importante, el propulsor. En Fiat han echado mano del 1.4 Turbo Multiair que monta el Abarth 500 con 160 CV pero, atentos a esto, en Europa se conformará con 140 CV y 240 Nm, curioso cuando además en EE.UU si tendrá los 160 CV. Habrá que esperar a la versión Abarth para disfrutar de mayores dosis de potencia.
Una caja de cambios manual o automática de 6 relaciones, la propulsión al eje trasero, un esquema de suspensiones independientes bien calibrado y un reparto de pesos que rondará el 50/50, deberían convertirlo en una máquina ideal de conducción.
Es una pena que el esfuerzo puesto en darle personalidad propia por fuera se haya desvanecido por dentro, donde lo único que diferencia a ambos es el logo del volante. Si bien es justo reconocer que el diseño sobrio pero con todo muy a mano del MX-5 le va como anillo al dedo al 124.
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