El 25 de septiembre un Ferrari único ha sido visto en el circuito de Fiorano durante una prueba breve pero intensa. Pese al familiar sonido de un motor V12 resonando en el circuito, el espectacular aspecto del coche tocará la fibra de los aficionados de la marca. Con su acabado Rosso Magma junto con su sofisticada librea Racing, el nuevo Ferrari Omologata es un claro exponente de la gran tradición GT de Ferrari que comprenden siete décadas de historia.
La última propuesta de la gama de modelos Ferrari one-off hechos a medida, encargada por un exigente cliente europeo, evoca apasionadamente los valores que definen la relación de Ferrari con las carreras de competición GT. Se trata de un automóvil que al volante de un verdadero gentleman driver se desenvuelve a la perfección tanto en carretera como subiéndose a los pianos de un circuito.
El proyecto Ferrari Omologata tardó un poco más de dos años en completarse desde la presentación inicial de sus bocetos, con imágenes que se inspiraron en una amplia variedad de conceptos que van desde el legado de competición hasta la ciencia ficción o la arquitectura moderna. La idea desde un inicio fue crear un diseño futurista con elementos propios reinterpretados de forma nítida, para trasmitir la fuerte connotación de un diseño atemporal que seguramente dejará una impresión duradera.
Para conseguir esto, los diseñadores liberaron todas las posibilidades que ofrecía la plataforma del 812 Superfast, manteniendo solo parabrisas y faros como elementos preexistentes de la carrocería. El objetivo era aprovechar la poderosa configuración central delantera para ofrecer un diseño muy elegante, definido por volúmenes suaves y reflejos ondulantes, realzado con líneas gráficas nítidas, y solo alterado por superficie escasamente perfiladas cuando la aerodinámica lo requirió. El reto más complicado fue encontrar el equilibrio ideal entre expresividad y moderación, donde el Omologata tenía que rebosar presencia en la calle manteniendo un lenguaje formal muy puro.
Los diseñadores estudiaron cuidadosamente la postura y la actitud del automóvil desde todos los ángulos, definiendo un volumen frontal decreciente a partir de la parrilla ovalada aplanada. La sección redondeada sobre los pasos de rueda delanteros, acentuada por una franja contrastante que envuelve el capó, parece salir naturalmente de la parrilla. De la puerta hacia atrás, el flanco se convierte en una potente y musculosa trasera que se entremezcla perfectamente arriba con el panel de tres cuartos. Todo el volumen se hace deliberadamente imponente mediante la eliminación de la ventanilla trasera, mientras que tres cortes horizontales transversales en el volumen fastback hacen visualmente más baja la masa posterior. La cola está coronada por un spoiler prominente que agrega no solo carga aerodinámica, sino una postura más agresiva y deportiva. En general, el automóvil parece estar preparado para atacar el asfalto incluso en parado y, en su parte posterior las luces traseras individuales profundamente integradas subrayan la tensión.
No solo su nombre es único
El equipo de diseño liderado por Flavio Manzoni siempre se enfrenta a un colosal reto, más aún cuando se trabaja sobre una plataforma ya existente, a la hora de conseguir cumplir con los requisitos de homologación en carretera de un vehículo, sin alterar la usabilidad y manejabilidad que debe tener un Ferrari. Omologata fue de hecho una palabra clave que resonó durante el desarrollo de este singular y décimo V12 con motor delantero que, desde el P540 Superfast Aperta de 2009, Ferrari ha entregado. Más allá de las instrucciones claras del cliente y de cada detalle del automóvil, los diseñadores evaluaron de manera efectiva innumerables variables para convertir este modelo a medida en uno que podría encontrar fácilmente su lugar en cualquier sala de exhibición de Ferrari. La búsqueda del detalle definitivo alcanzó su cúspide al desarrollar un nuevo tono de rojo sólo para la librea, combinando el feroz Rosso Magma de triple capa con el acabado en fibra de carbono oscurecida.
En el interior del automóvil, una gran cantidad de detalles sugiere un fuerte vínculo con la rica herencia de competición de Ferrari. Los asientos azul eléctrico, acabados en una elegante combinación de cuero y tela Jeans Aunde® con arneses de competición en 4 puntos, se destacan sobre un interior completamente en negro. Al no llevar luces ni ventanilla lateral trasera, la atmósfera del habitáculo transmite reminiscencias de épocas pasadas. Las partes metálicas del salpicadero y el volante están acabadas con un efecto de pintura craqueada que recuerda a los grandes pilotos GT de las décadas de 1950 y 1960, así como a las tapas de culata del motor Ferrari. Un efecto de pintura martillada, que se usa con tanta frecuencia en automóviles como el 250 LM y el 250 GTO, se ha aplicado en detalles como los tiradores interiores de las puertas y en el puente Ferrari F1.
Como todo un auténtico one-off, el Omologata incorpora una serie de sutiles señas de diseño marca Ferrari pero sin caer nunca en la nostalgia. Su carrocería de aluminio hecha a mano está salpicada de detalles casi subliminales, de una manera que desafía al entusiasta a identificar las distintas fuentes de inspiración que jugaron un papel en su creación.