Después de un montón de ediciones especiales, al Gallardo parece haberle llegado definitivamente su hora. Será este mismo septiembre durante el Salón de Frankfurt cuando veamos un adelanto de su sustituto, que se pondrá a la venta ya el año próximo.
Desarrollado en armonía junto con el futuro Audi R8, en Lamborghini no han podido tirar la casa por la ventana y usar un monocasco enteramente construido en fibra de carbono. Si estará presente este material, pero combinado con el aluminio consiguiendo en todo caso una estructura más ligera que la del Gallardo.
La altura y la anchura no variarán demasiado, pero la longitud crecerá ligeramente hasta llegar a los 4,50 metros (unos 15 cm más) para ganar batalla y con ella estabilidad a la par que espacio interior. El R8 por su parte tendrá una batalla aún mayor, para darle un carácter más noble y ganar todavía algo más de espacio para los ocupantes.
El motor seguirá siendo el mismo V10 atmosférico de 5.2 litros del actual, aunque convenientemente puesto al día para cumplir con la norma de emisiones Euro 6 y de paso, ganar más potencia. Según los cálculos rondará los 600 CV.
Autocar, la fuente de donde sale esta información, dice que de serie el coche vendrá con una caja de cambios manual de 6 velocidades, algo que tenemos que poner en duda ya que Lamborghini dio prácticamente por confirmado hace unos meses que con la desaparición del Gallardo dejaría de hacer cajas manuales debido a su escasísima demanda.
Lo que sí es seguro es que habrá una caja de doble embrague con 7 velocidades, mucho mejor que la robotizada que se ha montado hasta ahora. La tracción total seguirá formando parte de la dotación de serie, pero como ha ocurrido con el Gallardo, habrá varias versiones de propulsión trasera.
El nombre será un enigma hasta dentro de un tiempo, pero se baraja como posible el de Cabrera.