El Mazda RX-7 fue un deportivo de gran y merecido renombre, casi tanto como su familiar el MX-5. Por eso, a pesar de haberlo hecho desaparecer cuando se lanzó el más avanzado RX-8 (que a su vez se vio obligado al ocaso por su gastón motor rotativo), el RX-7 volverá.
Así lo ha confirmado Nobuhiro Yamamoto, Jefe de Desarrollo de deportivos de Mazda. En 2017, año en que se celebran los 50 años desde el lanzamiento del primer coche con motor rotativo de la casa, el Cosmo Sport 110S, veremos un nuevo RX-7 en las calles.
Aunque queda mucho, parece que en principio seguirá usando un motor de tipo Wankel. Más concretamente el 16X, un motor de 1.6 litros e inyección directa con unos 300 CV que aún no ha sido montado en ningún modelo. Tanto versiones atmosféricas como turboalimentadas son posibles, aunque Yamamoto ha expresado su preferencia por las primeras.
Sobre el coche sabemos también que se montará sobre la misma plataforma que la del futuro MX-5, aunque no será una simple versión cerrada del roadster, ya que tendrá una mayor batalla. Al ser más grande ganará en peso, pero su intención es no rebasar los 1.200 Kg, recurriendo al empleo de aluminio en varias zonas.
Mucho queda todavía para la llegada del nuevo RX-7, tanto que incluso podría quedarse por el camino, pero al menos estas primeras noticias son buenas.
[Fuente: The Motor Report]