Hay mercados en los que los grandes SUV tienen una buena demanda, pero no es el caso del español, y menos si no llevan la insignia de marcas como Audi o Mercedes. Por eso Mazda no había traído todavía su CX-9 lanzado el año pasado, algo que va a hacer este próximo mes de diciembre aunque con una presencia anecdótica.
Solo 100 unidades de este todoterreno de 7 plazas y 5,1 metros de largo llegarán a nuestras tierras, y la razón no es solo por la baja demanda de un producto así en una marca generalista, sino porque vendrán únicamente con un motor 3.7 V6 de gasolina. Viene con cambio automático de 6 relaciones y tracción total, pero ese motor de 273 CV no parece el mejor compañero en nuestro país para un gran SUV.
Sus 11,2 l/100 km de media pueden echar para atrás, pero calculadora en mano, el CX-9 no es mala opción. Por 42.000 euros ofrece espacio, potencia y equipo a un precio imbatible para sus rivales, que solo pondría al Mazda en desventaja a base de hacer muchas decenas de miles de kilómetros.
Todas las unidades que lleguen a nuestro mercado lo harán bajo el acabado Luxury, con un equipamiento muy abundante que incluye: equipo de audio Bose, climatizador delantero y trasero, techo solar, llantas de 20 pulgadas, asientos de cuero (calefactables y eléctricos delante), apertura eléctrica del maletero, cámara trasera, alarma…
Además de los sistemas derivados del i-ActiveSense que engloba el aviso por cambio involuntario de carril, la alerta de tráfico trasero al salir de un aparcamiento, el detector de obstáculos delantero y el automatismo para cambiar entre luces de cruce y de carretera.
El CX-9 es por tanto un coche para quien valora todas estas virtudes, sin sufrir porque el depósito de combustible se vacíe con más rapidez de la habitual.