Lamborghini ha descubierto el filón de las series limitadas y los vehículos exclusivos, que le permiten cobrar precios astronómicos por coches cuyo valor reside más en su exclusividad e impresionante estética, que en sus capacidades reales.
Después de sorprendernos a todos con la puesta en escena en el año 2007 y su posterior anuncio de fabricación de 20 unidades del Reventón, y rizar un poco más el rizo en 2009 con el Reventón Roadster y sus 15 unidades producidas, ahora los chicos de Lambo vuelven al ataque con el Sesto Elemento.
Si el Reventón tomaba todos sus elementos a excepción de la carrocería del Murciélago LP-640, el Sesto Elemento hace lo propio con el Gallardo LP-540 o más concretamente con el también presentado en el Salón de Frankfurt, el Gallardo Super Trofeo Stradale, pues monta el mismo motor V10 de 5.2 litros que llega a los 570 CV y 540 Nm de par. La tracción a las cuatro ruedas y la caja automática de seis velocidades con levas también son comunes.
Lo mejor del coche además de su estética, es su liviano peso. Si el Super Trofeo Stradale se queda en unos meritorios 1.340 Kg, el Sesto Elemento consigue adelgazar hasta quedarse por debajo de los mil, concretamente 999 Kg. Y es que la reducción drástica de peso era el gran reto del concept y unos de los objetivos de Lamborghini para el futuro.
Como te podrás imaginar la fibra de carbono está presente en numerosos elementos del coche así como en el monocasco. No es de extrañar entonces que gracias a una relación peso/potencia de 1.75 Kg/CV anuncie una aceleración de 0 a 100 Km/h propia de monoplazas de competición, empleando solo 2.5 segundos.
La única pega que va a tener este coche de competición camuflado es esa, que solamente se podrá emplear en circuitos pues parece ser que no estará homologado para circular por las calles. Aparte de eso y el precio, que aun ni se sabe, habrá 20 afortunados en el mundo que podrán disfrutar de un coche que ya es un clásico incluso antes de ponerse a la venta.