Tras varios años de reinado en solitario en las carreteras, al Bugatti Veyron han empezado a salirle este año varios competidores muy duros de la mano de Porsche, Ferrari y McLaren. Pese a que el Veyron no tiene nada que demostrar, pues ya ha cumplido su ciclo y los otros ni siquiera han llegado a las calles, no quiere marcharse sin decir la última palabra.
En Bugatti ya preparan una gran sorpresa de despedida para el año que viene a modo de súper Veyron, capaz de acabar con todos los últimos lanzamientos de la competencia, al menos en prestaciones absolutas.
Partiendo de un Super Sport de 1.200 CV y 1.888 kg de peso, el Veyron definitivo llevaría su motor W16 hasta los 1.500 CV a base de exprimir aun más sus turbos. La posibilidad de recurrir a sistemas híbridos ni se menciona, pues esto no haría más que elevar aún más el peso, y es otro de los puntos a trabajar.
El Veyron nunca ha sido un peso pluma y esta edición especial tampoco lo será, pero se tratará de rebajarlo en unos 200 kg. El coche seguirá superando con holgura la tonelada y media de peso, y eso le condicionará frente a sus rivales en varios aspectos, pero tendrá otras virtudes.
La velocidad seguirá siendo su punto fuerte y parece que solo la resistencia de los neumáticos marcará el límite. Para alcanzar los 450 km/h de máxima que se le estiman hará falta una larga recta, pero coquetear con los 400 km/h debería ser un ‘juego de niños.’
Si los precios de los últimos Veyron en ediciones especiales ya estaban siendo de escándalo, por trabajos que al fin y al cabo se limitaban a una pintura y un tapizado exclusivos, te podrás imaginar que el de esta versión no se quedará atrás. De momento se habla de unos 6 millones de euros, ahí es nada.
[Fuente: Autocar]