Que los SUV gustan lo sabemos todos. No por sus capacidades offroad (que muchos ni las tienen), sino por su imagen robusta y por el espacio interior que se gana con su mayor altura. Por eso conviene tener una gama nutrida de ellos, pero tampoco es necesario que se solapen.
Citroën acaba de presentar en el Salón de Pekín bajo su marca DS, el 6WR, y a su vez el nuevo C-XR Concept, este sí, como Citroën. Este es el primer SUV nacido de la alianza entre Citroën y su socio chino Dongfeng, con la idea de hacerse un hueco en el creciente segmento SUV en China, que aumentó sus ventas en 2013 un 50%.
No está confirmado que vaya a llegar a Europa, y es que con sus 4,26 metros de largo, entra en competencia directa con los C4 Cactus (4,16 metros) y C4 Aircross (4,34 metros). Mucho SUV para tan poco espacio, aunque con la personalidad que gasta el Cactus y el poco éxito que ha tenido el Aircross, el C-XR seguro que hacía un buen papel.
Y es que por diseño quizás sea el que más guste. No es tan pintón como el Cactus, y salvo por licencias como los pilotos 3D, la moldura decorativa del pilar C y el frontal, con luces diurnas LED verticales en los bordes del paragolpes y una parrilla que se introduce en los faros (como en algunos DS), es un coche muy homogéneo. Y está demostrado que un diseño sin grandes artificios, triunfa. Sino que se lo cuenten al Golf, o al Qashqai de primera generación.
La motorización del concept está muy enfocada al mercado chino, donde el motor gasolina THP 160 con cambio automático, es perfecto. No hay ni rastro de un sistema de tracción total, pero se compensa con el sistema Grip Control que mejora la tracción del eje delantero en malas condiciones, igual que en el DS 6WR.
Por el diseño tan definitivo del concept, lo veremos en la calle muy pronto.