Prácticamente no hay coche nuevo en el mundo que se le resista a Chris Harris. Le hemos visto conducir de todo, pero el universo de los hypercars no es el límite, más allá existen joyas de la automoción que tampoco se le escapan.
Su último viaje le ha llevado hasta Italia para encontrarse con un clásico muy especial, un Ferrari 212 Barchetta de 1952 que cuenta en su haber con participaciones en carretas tan míticas como la Mille Miglia y la Targa Florio. Un pedazo de historia del automóvil que Harris ha tenido el privilegio de probar antes de que sea subastado por no menos de 6 millones de euros.
Y no te creas que se ha cortado mucho a la hora de rodar con él. Ni corto ni perezoso ha salido a carretera abierta para conducirlo como si volviese a encontrarse en una de esas históricas carreras en las que participó hace 6 décadas.