La pintoresca localidad suiza de Ascona, a orillas del Lago Mayor, atrae cada año a miles de visitantes por lo atractivo de su casco histórico y sus paisajes espectaculares. Un lugar que deja huella y que inspiró a los dirigentes de Opel que, en 1970, decidieron dar nombre a un modelo destinado a completar la gama cubriendo el hueco que había entre el Opel Kadett y el Opel Rekord. Nacía el Opel Ascona.
Fue precisamente el Opel Ascona, junto al Opel Manta, el modelo que inició, hace 55 años, la tradición de Opel de elegir nombres con resonancias latinas y terminados en “a” para sus turismos. Hasta entonces, salvo excepciones como el Opel Olympia, se elegían denominaciones en alemán, sobre todo referidas a profesiones o grados militares, como Kapitan, Commodore, Kadett o Diplomat. El Opel Vectra, en 1987, oficializó definitivamente este cambio de política que ya habían anticipado modelos como el Opel Corsa, cinco años antes. En el siglo XXI, se optó por la “o” para distinguir a los vehículos comerciales: Combo, Vivaro, Movano…
Construido sobre la misma plataforma del mítico deportivo Opel Manta, el Opel Ascona se ha convertido en todo un referente en materia de diseño innovador, eficiencia, fiabilidad y polivalencia. Gran parte de su éxito se debió a su gran variedad de carrocerías y por sus altas prestaciones por un precio más que razonable. Actualmente, es un modelo muy valorado por los coleccionistas a ambos lados del Atlántico, ya que se comercializó con éxito en Estados Unidos bajo la denominación Opel 1900.
Su estilo exterior, obra del mítico Chuck Jordan, creador de mitos automovilísticos como el Cadillac Eldorado o los Opel Manta y Commodore, era el de una berlina dinámica de voladizos cortos, deportiva y muy divertida al volante. Era heredero de las líneas limpias y funcionales de los automóviles de las décadas de 1960 y 1970, que se tradujo en un estilo distintivo y optimizó la aerodinámica y la eficiencia de los vehículos.
La estructura de su frontal, con una estructura totalmente despejada y una amplia parrilla delantera negra con el único adorno del blitz frontal cromado y dos faros a cada lado, es un antepasado directo del actual Opel Vizor, que distingue a la gama actual de la marca alemana y alberga los faros LED matriciales, el “Blitz” de la marca y una gran variedad de cámaras y sensores que proporcionan imágenes y datos a las funciones de ayuda a la conducción y a los sistemas de conducción autónoma.
La oferta del Opel Ascona le convirtió en un modelo polifacético, casi camaleónico. En su catálogo convivían versiones deportivas de dos puertas con sedanes de cuatro y el innovador familiar Voyage de dos puertas. Esta silueta, lanzada en dirigida a familias jóvenes y con espacio suficiente para transportar bicicletas, se anticipó varias décadas al proponer una ranchera enfocada a las actividades al aire libre y a los nuevos estilos de vida. Toda una revolución que ha abierto camino a conceptos tan exitosos en nuestros días como los SUV, los Crossover o los Sports Tourer. En 1974, se lanzó una versión básica llamada Caravan.
La fiabilidad y el excepcional comportamiento dinámico del Opel Ascona le permitieron desarrollar una impresionante carrera deportiva. Con el piloto alemán Walter Röhrl al volante, se impuso en el Campeonato de Europa de Rallies en 1974, logrando la victoria en 6 de 8 pruebas y sumando 120 puntos. En 1975, logró el primer triunfo de Opel en una prueba mundialista: el Rally Acrópolis. Hubo que esperar hasta 1982, para que el tándem formado por el Opel Ascona y Walter Röhl se proclamara Campeón Mundial de Rallies.