No, no se le ha ido la olla a algún taxista de Barcelona comprándose un Veyron para desarrollar su trabajo. Esta nueva unidad del hypercar de Bugatti decorada con los mismos colores que los taxis de la ciudad condal, es la última de una larga lista de ediciones especiales con las que se está dando salida a los pocos Veyron que todavía quedan en stock.
Bugatti reservó el tramo final de su producción a los Grand Sport Vitesse, los Veyron en los que se puede quitar el techo y cuyo motor W16 de 8 litros sobrealimentado alcanza una potencia de 1.200 CV con un par de 1.500 Nm. Y este nuevo modelo único que hoy nos ocupa, denominado “1 of 1”, es evidentemente uno de ellos.
Pero su decoración no se debe en absoluto a los mencionados taxis, sino a modelos pasados de la marca que ya la lucieron, como los Type 41 Royale, Type 44 y Type 55. La combinación de amarillo y negro siempre es efectiva, y este “1 of 1” le saca el máximo provecho jugando con un frontal en el que predomina el negro y, dejando correr por los laterales a un amarillo que luego dominará la trasera.
Las llantas también han recibido el tratamiento bicolor, lo mismo que el interior, en el que para preservar la elegancia el negro es el color dominante, rompiéndose con el amarillo solo en lugares puntuales. Estos toques de color y exclusividad los ponen las costuras en contraste, los bordados del logo de la marca en los reposacabezas y el grabado de un Type 35 en el panel entre los asientos.
Tampoco hay que pasar por alto el trabajo realizado en los paneles de las puertas, donde uniendo dos capas de cuero, negra la superior y amarilla la inferior, se ha conseguido dibujar la silueta del Veyron perforando la capa superior con laser. Un trabajo exclusivo, como el que se ha hecho con la parrilla delantera, en el que la rejilla luce las iniciales P L, en referencia a su comprador.
Y así, señores, es como se convierte en único a una pieza ya de por sí exclusiva como es un Bugatti Veyron.