Bugatti ha vuelto al Olimpo del automovilismo en los últimos años gracias al Veyron, una criatura muy avanzada a su tiempo. Aunque con varias versiones, el superdeportivo ha estado solo en la gama mucho tiempo y eso nos ha hecho pensar en posibles acompañantes como una berlina y una versión hiperpotenciada, pero no habrá nada de eso.
El presidente de Bugatti ha hablado con Top Gear y ha dejado claro que no veremos ninguno de esos 2 vehículos, explicando sus razones. Las del super Veyron son bastante comprensibles, pues el directivo considera que los 1.200 CV del SuperSport son suficientes, y razón no le falta.
Algo más complicado de entender es lo del Galibier, ese concept de 4 puertas que presentaron en 2009 y cuya fabricación se dio casi por confirmada en más de una ocasión. La provocadora berlina inspirada en el Veyron era el complemento perfecto en la gama para el superdeportivo, pero en Bugatti opinan que una berlina causaría confusión entre sus clientes. Según dicen, para ellos Bugatti representa el superdeportivo definitivo.
Lo que mencionan puede ser cierto y tener su parte de lógica, pero si Porsche ha podido sacar dos SUV y una berlina, Lamborghini tendrá también su SUV y, ninguna de ellas ha perdido su personalidad, Bugatti podría lanzar una superberlina. Los clientes no iban a perder el norte por ello. Otra cosa es que no quieran lanzarla, tal vez por razones económicas.
Descartados entonces ambos proyectos, lo único que nos queda por esperar de Bugatti en los próximos años es un sustituto del Veyron. Sobre él su presidente habla claro, el próximo superdeportivo de la casa superará todas las referencias actuales, siendo para ellos la máxima referencia actual el Veyron. No menciona ni por un momento a los P1, 918 Spyder y LaFerrari, aunque no descarta que el coche pueda usar, como estos, un sistema híbrido.
Antes de empezar a pensar en ese sustituto, Bugatti todavía tiene que colocar las 43 unidades del Veyron Grand Sport que le quedan, y de las que muchas de ellas serán ediciones especiales.