Después de 3 años de espera ¿o han sido 30?, Audi nos presenta por fin el concept definitivo del Sport Quattro, que da un aspecto ya ‘de calle’ al primero que se presentó en el Salón de Paris de 2010. De esta forma se resucitará el espíritu del quattro original, pero con la tecnología de hoy en día.
El mes pasado Audi nos enseñaba unos bocetos del coche que nos hacían pensar que iban a crear una verdadera bestia, pero el diseño ha seguido una evolución racional sobre el anterior respetando, con el lógico paso del tiempo, las formas del original.
Todo recuerda a aquél, desde los marcados pasos de rueda hasta la trasera recortada a la que se llega tras ese gran pilar C. Aunque hay sitio para la modernidad, con un frontal presidido por la agresiva parrilla a la que flanquean dos tomas de aire con aletines. La franja de plástico negro que une los pilotos, es otro guiño.
Por dentro, sencillez. Desde el volante se controlan los modos de conducción y las típicas funciones, que se reflejan únicamente en el cuadro digital. Un pequeño display en el salpicadero para el climatizador y la radio es todo lo que encontraremos en esa zona. Especialmente estudiadas están las posiciones de la palanca de cambios y de la que tiene a su lado (que controla la radio) a modo de freno de mano, que recuerdan a las de un coche de rallyes.
Pero resucitar un aparato así exigía algo más que apariencia. Por eso bajo el capó delantero se ha instalado el poderoso V8 biturbo de 4.0 litros con 560 CV y 700 Nm de los RS6 y RS7, y en esta ocasión no viene solo. Tras este y antes de llegar a la caja de cambios automática de convertidor de par con 8 velocidades, hay un motor eléctrico de otros 150 CV y 400 Nm. En total el Sport Quattro cuenta con 700 CV y 800 Nm a repartir entre sus cuatro ruedas.
Las cifras finales son de verdadero superdeportivo y resaltan todavía más cuando se ponen de manifiesto junto a su consumo medio homologado de solo 2,5 l/100 km y la autonomía en modo eléctrico de 50 km. Pero todo esto tiene una pega, el peso final se ha ido hasta los 1.850 kg lastrado por el sistema híbrido, nada de los 1.300 kg soñados.
Las prestaciones son tan buenas como se puede esperar de un coche de ese peso, con una velocidad máxima de 305 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h que se zanja en 3,7 segundos. Como digo, buenas para su peso, pero ¿y para su precio?
Por lo que sabemos hasta ahora el Sport Quattro será el Audi más caro y exclusivo, es decir, rozará los 200.000 euros. Desde luego el coche es bonito y las prestaciones son buenas, pero ¿tanto?