Lo pasado este fin de semana en el Ford Fiesta R5 de Solans es de difícil explicación, aunque en el Monday test parecía que todo estaba perfectamente fue dar el banderazo de salida para que se fuesen acumulando los problemas uno tras otros.
En el tramo urbano del jueves aún el Ford Fiesta no daba ningún síntoma y se pudo finalizar la jornada de forma correcta, pero al llegar el viernes, en el primer tramo de la etapa llegaba el primer abandono, fue un duro ver como de repente el coche dejaba de funcionar correctamente y subía la temperatura del agua teniendo que parar. Eso significaba ponerse una mochila de una hora extra de penalización y todas las esperanzas de conseguir un buen resultado se fueron.
Lo grave del asunto fue que en M-Sport no daban con la avería que aparentemente venía de la centralita y se reparaba el coche para volver a salir el sábado. Pero la segunda etapa no fue mucho mejor, en el bucle matinal, volvían los fallos en diferentes partes mecánicas llegando al service por los pelos, pero debido a lo extraño se decidía seguir cambiando piezas del Ford Fiesta y seguir al segundo bucle, pero entonces fue una rotula la que dijo basta viendo obligados a abandonar de nuevo y llevar el auto al service para poder repararlo y salir por lo menos a la jornada del domingo para intentar coger algunos puntos en su visita en México.
En la tercera etapa pese a no estar muy convencidos de la posibilidad de finalizar el rallye Solans salía muchas ganas de poder disputar algún tramo con normalidad e ir conociendo el comportamiento del Ford sobre tierra. En los últimos tres tramos de la prueba pudo sacarse un poco la espinita clavada consiguiendo unos buenos cronos. Finalmente, el piloto español sumaba 6 puntos que ojalá sea el resultado a descontar a final de temporada.