Sébastien Ogier se ha anotado la victoria en el Rallye de Monte-Carlo, siendo la quinta consecutiva que logra en la prueba alpina. El francés de M-Sport y vigente campeón mundial ha logrado la victoria en su prueba de casa por delante de los pilotos de Toyota Ott Tänak y Jari-Matti Latvala.
A lo largo de todo el fin de semana Ogier fue capaz de controlar de una manera sobrenatural, manteniendo las ventajas frente a sus rivales (sobre todo a su ex compañero de equipo Ott Tänak, que disputaba su primera carrera con Toyota). Incluso con los diversos errores que tuvo (semitrompo en el primer tramo y engancharse en una zanja al día siguiente, entre otros), llegó a la última etapa con una ventaja superior al medio minuto de distancia.
Para la última etapa quedaban apenas cinco tramos, entre los que se encontraban una versión recortada del mítico Col de Turini y el Col de Braus, que en su segunda pasada albergaría el Power Stage de la prueba alpina del Mundial de Rallyes. En el primer tramo del domingo Ogier marcó un nuevo scratch que agrandaba su ventaja con respecto a Tänak en once segundos y medio, colocándose líder con 45 segundos de ventaja.
El segundo tramo del día era la primera pasada por el Col de Braus en la que Neuville volvía a ser el más rápido: esto creaba una situación interesante ya que se tenía a tiro de piedra a Elfyn Evans, si bien Kris Meeke estaba a más de medio minuto y, por tanto, algo lejos para atraparle en los dos últimos tramos. Por su parte, Ogier era capaz de alejarse algo más de Tänak.
La segunda pasada por el Col de Turini seguía estando muy delicada en muchos puntos lo que provocaba patinazos por doquier – sin ir más lejos, Bouffier y Lappi (que se había quedado sin clavos en sus neumáticos) tuvieron salidas de pista en la misma curva de izquierda. Neuville y Evans se acercaron a apenas unos segundos de Meeke mientras que Ogier ya tenía todo bajo control para asegurar la victoria.
En el Power Stage los Hyundai de Neuville y Mikkelsen fueron a amasar puntos para el Power Stage, pero fueron sorprendidos por un Meeke que se llevó el mejor tiempo (con sus correspondientes cinco puntos) con su C3 WRC – no obstante, la gran sorpresa fue Lappi, que pisó un trozo de gravilla y se salió de la pista, cayendo de la cuarta a la séptima posición. Mientras tanto, Ogier se aseguró la victoria seguido de Tänak (que lograba batir a sus nuevos compañeros de equipo) y Latvala.
Ogier logró la victoria por un amplio margen (casi un minuto de ventaja) sobre Tänak y Latvala – un podio que se repetía un año más, aunque en 2017 fue Latvala el que acabó segundo y Tänak tercero. Meeke finalizó cuarto tras un fin de semana complicado, seguido de Neuville, Evans, Lappi, Bouffier y Breen.