Makinen: "No hay planes para revolucionar el auto en los primeros meses"

Twitter: @Mazzucchelli_L

 

El director del equipo Toyota Gazoo Racing, Tommi Makinen, anticipó que en estos primeros meses no habrá grandes mejoras en el Yaris WRC. Según el finlandés, un inconveniente con un subcontratista generó un contratiempo para desarrollar la transmisión. A su vez, el retirado tetracampeón del Mundial de Rally detalló que se buscará tener más kilómetros de test sobre la nueva suspensión antes de implementarla. El propio Makinen reconoció que el equipo tambien trabaja en ganar más fiabilidad.

 

En esta temporada, el margen de acción de Toyota es acotado. El equipo solo dispone de tres tokens de desarrollo y la prudencia al momento de utilizarlos será crucial. Es por eso que el equipo de Makinen planea invertirlos en el área que consideran clave: la transmisión. El objetivo será estrenar un sistema completamente nuevo, junto con una revisión de los diferenciales delantero, central y trasero. Esta combinación del nuevo motor de 2018 con la transmisión de 2019 podría ser la clave de Toyota en este año.

 

La evolución en el conjunto de estos elementos permitirá un mejor traslado del torque al piso. Esto ayudará a que el Yaris gane aún más tracción y estabilidad, lo cual brindará más confianza a los pilotos. Sin embargo, Tommi Makinen reveló que la aplicación de las mejoras en la transmisión y suspensión demandará más tiempo de lo previsto.

 

“No hay planes para revolucionar el coche en los primeros meses, sino hacer solo algún cambio pequeño”, dijo el finlandés en Rallit.fi. “Nos hubiera gustado asegurar una modificación para la transmisión. Pero luego tuvimos un acuerdo con nuestro subcontratista en cual no recibimos las partes a tiempo físicamente durante el último día de noviembre”.

 

“Sabemos que algunas áreas del coche han progresado. Pero al mismo tiempo también hemos buscado tener una mejor fiabilidad y velocidad”, detalló Makinen. “El área de la suspensión es nueva, pero todavía queremos recorrer muchos más kilómetros de prueba antes de que se implementen los cambios. Inclusive, alguna novedad más llegará a ser instalada en el coche sobre el verano".

 

“El coche todavía no tiene a todos sus elementos en óptimo nivel. Un auto como este tiene una gran cantidad de áreas con posibilidades de desarrollo. Así que todavía estamos haciendo ajustes finos y encontrando mejoras a las partes ya existentes”, explicó el finlandés.

 

A propósito de ello, el ingeniero jefe de Toyota, Tom Fowler, explicó en Autosport como se han perfeccionado los elementos claves que permitirán mejorar la transmisión. “Hemos trabajado en los diferenciales desde 2017, pero ahora estamos más enfocados en las partes internas del frente y el centro del coche. Queremos mejorar la estabilidad del automóvil y evolucionar la manera en la que transmitimos el torque hacia el piso. El desarrollo apunta más a los rallyes de tierra”.

 

Al margen de esto, el fabricante japonés también promete mejorar otras áreas como la refrigeración de los frenos posteriores. Para ello se introducirá una pequeña corrección aerodinámica en la parte delantera de los pasaruedas traseros, lo cual ayudará a mejorar el flujo de aire hacia los frenos. Esta modificación podría ser una de las pocas que alcance a ser perceptible a la vista desde el exterior del coche.

 

Toyota tendrá ahora su enfoque puesto en erradicar la fragilidad que tuvieron distintos elementos del sector frontal como el motor, la suspensión y el radiador durante el 2018. Los daños sufridos en estas áreas motivaron numerosos abandonos en el equipo, lo cual repercutió significativamente en la lucha por el titulo de pilotos.