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El Rallye Safari de Kenia siempre fue un rallye conocido tanto por sus peligros como por su dureza, una prueba como ninguna otra en el calendario con miles de kilómetros a recorrer – incluso se superaban los 5.000 kilómetros en la década de los ochenta. Este año, como prueba de preinscripción en las puertas de su reinstauración en el calendario, presentaba un evento más acorde a los estándares actuales, pero algunas trampas ocultas en el itinerario siguen presentes – más bien nunca se fueron.
En el segundo día del itinerario se celebraba el tramo de Kedong, con más de 38 kilómetros cronometrados que los pilotos tenían que afrontar dos veces, siendo la última pasada el último tramo del rallye. Este tramo se sitúa al sur del lago de Naivasha, uno de los más cercanos al parque de asistencias de la prueba, pero también tenía una característica que los pilotos no olvidarán fácilmente: polvo volcánico.
Cuando los coches realizaban la primera pasada, incluso coches con tracción a las cuatro ruedas como el Skoda Fabia R5 del principal candidato a la victoria Manvir Baryan o los Mitsubishi Lancer Evolution X de Baldev Chager y Carl Tundo tenían dificultades para atravesar algunas zonas. Es más, algunos coches de tracción simple (hasta seis en el mismo tramo) se veían obligados a abandonar.
Aún así, la organización de la prueba – con la atenta mirada de los observadores de la FIA, en una ruta revisada por Michele Mouton en persona y personal de los equipos del WRC presentes en el rallye – decidió celebrar la segunda pasada, la que pondría punto y final al rallye. El polvo volcánico volvió a causar estragos, haciéndole perder más de 12 minutos a Singh y arrebatándole la victoria en la prueba que había liderado desde el segundo bucle de la primera etapa.
I was told 2002 #SafariRally was full of headlines, not because McRae won for Ford but because Richard Burns Peugeot 206WRC was stuck in the SUSWA/KEDONG volcanic DUST...Very big shame the organizers fell for that trap again.😡 I’m disappointed ☹️ #WRC @planetemarcus @AnttiL_WRC pic.twitter.com/La7VAfmSYq
— RAM Yasir🇰🇪 🇺🇬 (@ram_yashiri) 8 de julio de 2019
Chager se encontró con la victoria ya que tanto él como Tundo pudieron sortear el tramo sin perder tanto tiempo – el tercer clasificado en el tramo, Tejveer Rai también con un Evo X R4, cedía cinco minutos y medio. Más de una decena de pilotos penalizaron en este tramo más otros tantos que ni siquiera pudieron acabar. Chager acabó primero por medio minuto de ventaja sobre Tundo mientras que Singh pudo salvar el tercer puesto, manteniendo su racha de podios esta temporada.
Para más inri, esto ya sucedió en los años en los que era puntuable para el Mundial de Rallyes, pues también en Kedong fue donde Richard Burns fue víctima de este polvo volcánico, quedándose atascado antes de que en uno de estos agujeros arrancara una rueda y se quedase fuera de carrera. Burns y su copiloto Robert Reid marchaban en quinta posición en aquel momento, tratando de dar caza a Thomas Radström a la vez que se defendía de los franceses Sébastien Loeb y Gilles Panizzi, quienes habían marcado el scratch en el tramo anterior.
Safari rally lives to its reputation for being the toughest rally. Kedong stage proving to be tough for the competitors as a dust patch bogs down several rallycars to a stop and many had to be towed out. Rally leader Manvir Baryan stops at the last. More updates to follow pic.twitter.com/WGCD2Ev3Nr
— Official Motor Sport World Ke (@MotorsportWKe) 7 de julio de 2019
Años atrás los equipos oficiales desarrollaban versiones específicas para este rallye para aguantar la dureza de los miles de kilómetros de prueba, pero en el motorsport del siglo XXI, con mucha menos influencia y presupuesto que décadas atrás, esta decisión es mucho más inviable a la hora de justificarla ante quienes deciden el futuro de los programas deportivos de las marcas. Si el Safari entra en el calendario de 2020, algo aún sin asegurar al 100%, los organizadores tendrán que afrontar la parte más dura de este proyecto: asegurar la permanencia.