Cómo llegar a un equipo oficial del WRC: lo que hay que saber

De todos los pilotos que en los últimos años han accedido a un volante oficial en el WRC sólo hay un aspecto que es compartido por todos ellos y es el talento. Aunque sea un deporte en el que prime la velocidad, el rasgo común de los que destacan es el talento, pero no sólo deben de tenerlo, sino que deben de tener la posibilidad de demostrarlo y es ahí donde hay muchas vías y donde no todos los que lo poseen pueden acceder. No basta con tener un valor especial, sino hay que tener la posibilidad o la habilidad de saber mostrarlo.

La otra gran característica que une a casi todos los protagonistas de este estudio es que normalmente es una actuación destacada a nivel internacional la que hace que una marca, o varias a la vez, se fijen en ellos. En casi ningún caso esa oportunidad surge sin salir al extranjero a competir. Los Campeonatos Nacionales están para aprender y foguearse, pero donde realmente está el escaparate es en los grandes certámenes internacionales, y no únicamente en el WRC.

En algunos de los casos el palmarés no es casi ni relevante, algunos de ellos no han conseguido título absoluto alguno. Por ejemplo, Neuville, actual segundo clasificado en el WRC y uno de los máximos aspirantes al entorchado a final de año, podría coronarse como Campeón del Mundo en 2017 sin haber conseguido anteriormente ningún otro título a nivel absoluto. Otro ejemplo es el de Ott Tänak, que recientemente se ha estrenado como ganador de una prueba del Mundial y que tiene sólo un título nacional de Estonia como único palmarés hasta el momento.

Skoda Motorsport, la factoría de talentos.

Una de las vías más importantes de los últimos años, y que prácticamente garantiza una oportunidad entre los grandes, es estar encuadrado en el equipo Skoda Motorsport. Este es el quinto equipo oficial del WRC, aunque esté compitiendo en WRC2 únicamente. De las últimas incorporaciones a equipos del WRC, bastantes han pasado por el equipo checo en algún momento, son los casos de Mikkelesen, Hanninen o Lappi, aunque incluso Paddon tuvo también relación con el equipo en 2012.

Siguiendo la pista checa no hay que ser un adivino para saber que tanto Pontus Tidemand como el recién incorporado Ole Christian Veiby, y cualquier otro que forme parte del equipo en lo sucesivo, está siendo “vigilado” por los grandes del WRC.

Pero todos estos pilotos han tenido que corresponder a esa confianza de Skoda con títulos, llenando las estanterías del equipo de entorchados a nivel internacional.

No hay duda de que Skoda ficha grandes campeones en potencia, pero en su paso por el equipo deben demostrarlo.

M-Sport, siempre apostando por el talento

En M-Sport llevan mucho tiempo haciendo de la necesidad, virtud. El equipo con base en Escocia siempre ha estado detrás de la base del deporte., buscando nuevos valores como forma de contrarrestar el poderío económico de sus rivales y como vía de expansión económica y promoción de sus productos. Bajo la atenta mirada y guía de Malcom Wilson, varios han sido los pilotos que han llegado a la cima desde abajo, o  a los que ha dado una oportunidad cuando han empezado a despuntar.

Nombres como Evans, Neuville, Tanak, Paddon o el último en llegar a este selecto grupo, Suninen, son fruto de esas oportunidades, de esos “momentos”. Por ejemplo, cuando M-Sport dio a Paddon la oportunidad de acceder a un world rally car en el Cataluña de 2013, ese mismo invierno Hyundai le incorporó a sus filas. O el caso d Ott Tänak, que no ha disfrutado de una, sino de dos oportunidades con los de MSport.

La otra gran apuesta de M-Sport llega desde su alianza con el fabricante de neumáticos DMack, con los que puso en marcha la WRC Academy, por la que pasaron C. Breen, campeón en 2011 o E. Evans, campeón también en 2012. Ese germen es actualmente el Junior WRC, un primer escalón para continuar la progresión en el WRC2.

La cantera francés, la vía PSA.

En este informe hemos obviado a algunos de los pilotos más ilustres del WRC por pertenecer a otra promoción, pero sin duda alguna los nombres de Loeb, Ogier, Sordo o Meeke entrarían por derecho propio en éste epígrafe.

La industria del automóvil, y su implicación en el deporte, está muy arraigada en Francia, donde es “casi” una cuestión de estado. Una superpotencia con marcas tan ligadas a los rallyes como Renault, Citroën o Peugeot. Precisamente las dos últimas forman el núcleo del Grupo PSA que, felizmente, llevan el ADN del deporte en sus venas, por lo que no es de extrañar que gran parte de la cantera francesa se base en ellas.

Con diferentes copas de promoción desde la base, no es difícil forjarse una carrera de éxito internacional sin salir de PSA. Desde las competiciones regionales en Francia o en cualquier otra parte del mundo, hasta lo más alto de un equipo oficial del WRC, entre Peugeot y Citroën, a la que ahora hay que incorporar a Opel, lo abarcan todo. La relación de ambas marcas con el deporte es fundamental para su imagen y para los deportistas.

Desde los trofeos regionales hasta la Peugeot Rally Cup en Francia, con reconocimiento internacional, pasando por el equipo Peugeot Rally Academy en el ERC y que también ha tenido presencia en el WRC2, hasta el Abu Dhabi Citroën WRT, el Grupo PSA es una escuela ideal de campeones.

Incluso durante una época mantuvieron un equipo junior o promesas con vehículos de máximo nivel en el Mundial. Aunque Ogier o Loeb sean sus campeones más reconocidos, la producción de la vía francesa no ha parado de sacar nuevos ídolos cada poco tiempo, y entre la nueva hornada de pilotos en el WRC, ésta ha sido alguna de la aportación de PSA.

Durante los últimos años el JWRC se disputó con vehículos Citroën por lo que varios han sido los campeones, algunos de los cuales aún no han terminado de despuntar, pero podrían llegar a la cima en cualquier momento.

Las claves del éxito.

Es la hora de buscar las verdaderas coincidencias en todos estos casos, los puntos en los que un joven piloto que busca llegar a la cima debe fijarse, y en los que todo proyecto serio de cantera debería sentar sus bases.

Debut internacional en pruebas de nivel lo antes posible. Para despuntar hay que salir al extranjero. Algunos, como Paddon, residente en Nueva Zelanda, al otro lado del lugar donde ocurren “cosas” en el mundo de los rallyes, tras año y medio en su campeonato nacional, debutó en Gran Bretaña 2007, sin haber sido siquiera campeón nacional.

Alto, y diverso, número de pruebas en el calendario. Hay picos de años con más de 20 pruebas disputadas por temporada, alternando WRC2, ERC, y otras pruebas nacionales o internacionales con vehículos de todo tipo, incluso históricos, y en todo tipo de superficies. Por ejemplo, Breen nunca olvida su base y siempre que puede participa con algún modelo de Escort MK en cualquier prueba interesante. Lo importante en años de formación es competir, mucho y en cualquier circunstancia.

Medirse con los rivales contemporáneos en igualdad. La única manera para demostrar la progresión de un piloto y poder mostrar ese “algo”, ese talento, que buscan los cazatalentos, es enfrentarse con lo mejor de cada generación en los campeonatos donde todos ellos se reúnan. Da lo mismo que se llame PWRC, Pirelli Star Driver, Junior WRC, WRC Academy, ERC Junior U28 o U27, Peugeot Rally Cup, o lo que sea, hay que demostrar que se es superior entre iguales, y eso no siempre significa ganar entre iguales.

El mejor con casco en los tramos y con corbata en los despachos. Es el último y cada vez más importante. Hay que ser tan bueno con el casco puesto como en las reuniones como relaciones públicas. Ambos son los monos de trabajo de un piloto moderno, con ambos se ganan carreras. Si bien en el lado del marketing se pueden apoyar en profesionales, tarde o temprano son ellos los que tienen que dar la cara, y ahí también hay que saber ganar.

Situación actual de los españoles.

Se sabe desde hace años pero parece que se ha llegado tarde a la cita. Nuestro representante en el WRC, Dani Sordo, no es eterno y pronto necesitaremos un recambio al máximo nivel para mantener viva la llama del deporte en nuestro país. Durante muchos años ha habido proyectos para solucionarlo pero casi siempre han adolecido de continuidad y de músculo financiero, las dos bases sobre las que se debe sustentar un esfuerzo de crear cantera.

La temporada 2017 puede ser un punto de referencia como venimos anunciando desde hace tiempo, pero el trabajo que se puede eclosionar esta temporada tras muchos años de preparación necesitará de apoyo posterior y de nuevos impulsos desde la base para que no sea flor de un par de temporadas.

El anuncio de la Beca Junior R2 y la posterior creación de un Spanish Rallye Team en el ERC es un comienzo más que esperanzador, pero hay que desear que ese no sea un punto final, sino un punto y seguido y poder estructurar la base por debajo y por encima de esa etapa, eso sería lo exigible y deseable.

Los nombres de los que llegan a nivel internacional está claro, Nil Solans, Pepe López, Jose Antonio Suárez, Efrén Llarena o Marcos González, pero los que están esperando esa oportunidad en España también son varios y hay que procurarles esa posibilidad. La popularidad y mantenimiento de las estructuras de nuestro deporte se basan en ellos para los próximos años, no podemos estar esperando que de entre las piedras salga, por generación espontánea y sin ningún tipo de ayuda, ese fenómeno, como fue en su día Carlos Sainz, que vuelva a poner en el mapa a los rallyes.