Farrés, contra los elementos

El Dakar 2017 estaba llamado a ser el más duro de los disputados en tierras sudamericanas, pero la climatología adversa ha querido erigirse en protagonista y condicionar el desarrollo de la prueba y por tanto su resultado deportivo. Tras la suspensión de la sexta etapa y la reducción de la séptima a casi la mitad de su kilometraje, la que iba a ser la especial más larga también tuvo que ser acortada sensiblemente por el desbordamiento de un río. De esta forma, la octava etapa perdía su parte más complicada, favoreciendo claramente a las máquinas más potentes y rápidas que sacaron provecho en las pistas rápidas que despedían Bolivia y daban de nuevo la bienvenida a tierras argentinas. Además, un gran desprendimiento de tierras provocó el corte de la carretera por la que la caravana debía llegar a Salta, obligando a la organización a improvisar un campamento alternativo, lo que pone en peligro la disputa de la novena etapa, que estaba llamada a ser la más dura del rally.
 

No estaba contento Gerard Farrés, quien tenía marcadas estas dos etapas para intentar su asalto al podio y que no solo no pudo hacerlo sino que además perdió una posición en favor del austriaco Walkner. "He salido a darlo todo y he rodado todo lo deprisa que podía, pero en estas pistas de World Rally Car se me escapan las motos oficiales. En la neutralización he corregido algo la electrónica para intentar mejorar el rendimiento, pero en este tipo de terreno hay una diferencia importante. El agua me ha afectado mucho en la primera parte y estaba un poco mareado debido a la altura", decía Farrés al cruzar la meta de la especial. El manresano terminó décimo en la etapa y como dato positivo, consiguió recortar algo de tiempo a Van Beveren, pero en su defecto perdió algo con sus otros tres rivales. Las aspiraciones de Farrés de cara al podio en Buenos Aires siguen intactas, pero el de Himoinsa Racing Team es consciente de que necesita etapas complicadas y de navegación, en las que hacer valer su experiencia y pericia para poder mitigar así su desventaja mecánica.
 

El resto de pilotos del Himoinsa Racing Team cubrieron la etapa sin contratiempos y en el caso de Oliveras y Gimeno, recuperan algún puesto en la general. En el momento de escribir estas líneas, la asistencia del equipo está parada en un gigantesco atasco provocado por un alud de tierra que tiene cortada la carretera y no se sabe dónde va a ser instalado el nuevo bivouac ni cómo y cuando se van a reencontrar con los pilotos. La organización no tiene un papel fácil y la noche promete ser movida. Las lluvias han trastocado el Dakar 2017 y deportivamente le han quitado mucha cafeína.