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El Rallye de Cerdeña pasará a celebrarse entre los días 8-11 de octubre, según ha comunicado el Campeonato Mundial de Rallyes de manera oficial en la mañana del miércoles 26 de agosto. Se adelanta tres semanas de esta manera, comunicándose al mismo tiempo la cancelación definitiva del Rallye de Alemania como varios medios, incluyendo Revista Scratch, anunciaron días atrás.
Cerdeña será la sexta prueba del calendario revisado a priori, después del reinicio del WRC con Estonia y Turquía, ambos en el mes de septiembre. Cerdeña será también, en principio, la prueba donde veamos al menos a dos duplas españolas: Dani Sordo/Carlos del Barrio con Hyundai Motorsport en la máxima categoría y Jan Solans/Mauro Barreiro compitiendo en WRC3. Además, tanto Sordo como Solans lo harán además como pilotos y atletas Red Bull, añadiéndose el joven de Matadepera y campeón mundial JWRC en 2019 a la ilustre familia el pasado martes 25 de agosto.
En este duro 2020, sobre todo para países como Italia que sufrieron miles de casos entre los meses de marzo y junio, ha sido necesario realizar esfuerzos extraordinarios. En el caso del Automobile Club d’Italia esto se ha notado en gran manera ya que fueron de los primeros en celebrar eventos adecuándose a las nuevas normas de higiene y distanciamiento social, empezando por el Rallye di Roma Capitale y el Rallye di Alba.
Pero el ACI ha ido aún más allá, no solo en términos de rallyes sino también en circuitos. Por un lado, no solo mantuvo la posibilidad de celebrar el Rallye de Cerdeña sino que encontró hueco en octubre, ayudado también por la predisposición del gobierno sardo y el apoyo político de la región. En circuitos al máximo nivel también tendrá gran representación, albergando en un solo año tres carreras de Fórmula 1 en tres circuitos diferentes: Monza, Mugello (siendo la primera vez que corre la categoría reina aquí) y un retorno a Imola después de casi 15 años de ausencia.
De hecho, el cambio de fecha de Cerdeña hace que no coincida con la carrera de Imola. Ahora bien, también ofrece una ventaja en términos de luz: al celebrarse tres semanas antes, habrá más horas de sol, siendo Italia un país donde amanece pronto (en comparación con España) y por tanto es viable celebrar tramos más temprano. En una época del año en la que los días se van acortando de manera notable, este cambio será más que apreciable.