Malcolm Wilson ha conseguido llevar su equipo M-Sport a su segundo título de pilotos consecutivo en el Campeonato Mundial de Rallyes gracias a los esfuerzos de Sébastien Ogier y Julien Ingrassia. El único equipo del WRC que funciona como privado (con colaboración de Ford Performance, pero no de Ford como casa matriz) ha conseguido llevarse los dos últimos títulos de pilotos, además de pelear hasta el final por el campeonato de constructores.
Los hombres de Wilson cuentan con un presupuesto menor que sus rivales en Toyota, Hyundai y Citroën, pero aún así han sabido desarrollar un conjunto capaz de llevar a Ogier e Ingrassia hasta la victoria en un reñido y complicado Rallye de Australia. No obstante, repetir la hazaña en 2019 será todo un reto con la dupla francesa marchándose a Citroën y una alineación de pilotos que aún está por revelarse (teniendo varias opciones posibles sobre la mesa).
“Fue un día de muchas emociones y puedo decir que este campeonato significa mucho. Hace dos meses no tenía buena pinta, pero con Sébastien y Julien en el equipo sabes que todo es posible. La manera en la que han peleado en las tres últimas carreras ha sido increíble y estoy orgulloso de todo lo que hemos logrado juntos. Les echaremos de menos el año que viene pero ha sido un gran esfuerzo de equipo y he de decir que cada miembro del equipo ha tenido su parte en este resultado”, declaró Wilson.
“Me gustaría darle la enhorabuena a Ott y Thierry (Tänak y Neuville) por una pelea por el título tan fantástica a lo largo de la temporada. Sabemos de primera mano lo competitivos que son y ha sido un placer ver a los tres mejores pilotos del mundo pelear hasta el final. El deporte está en un momento fantástico y creo que todos los que están involucrados deberían estar orgullosos”, finalizó.