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La delicada situación que afecta a la zona próxima al lugar donde transcurre la prueba, ha puesto en jaque a toda la organización. Pese a que sopesaron la opción de incluso llegar a suspender la prueba, el Rallye de Australia sigue en pie, aunque su recorrido se verá notablemente afectado, intentando evitar las zonas próximas a las de los incendios forestales que asolan el país desde hace unas semanas.
Por ello, el recorrido de la prueba se ha visto muy afectado, quedando reducido el mismo a apenas 94,37 kilómetros. De esta manera, el mundial de rallyes fija así un nuevo récord negativo de distancia mínima, después del Rallye de Suecia donde la nieve, hace un par de temporadas, también dejó en entredicho a la única prueba que se disputa íntegra sobre nieve del calendario.
A su vez, la FIA ha decidido también que esta carrera tenga una menor efecto en el calendario mundialista, reduciendo notablemente la puntuación ortorgada a los mas rápidos. Con ello, Hyundai sería ya matemáticamente campeona del mundo de marcas, a la espera de que la propia FIA pueda apelar a las excepciones que el propio reglamento señala y haya un nuevo cambio de rumbo en esta delicada situación.
La organización apenas ha podido salvar cuatro especiales cronometradas, por ello, han decidido que todo el rallye gire entorno a estos tramos. Además, el monday test celebrado hoy también se ha asentado en una de las partes de estas cronometrados, en sentido inverso. La situación de emergencia que vive el país también afectará a la posibilidad de que los aficionados accedan en masa a los tramos.
Sólo dos de de los tramos superan los ocho kilómetros. Se celebrarán tres veces cada uno. La mayoría de las 21 especiales apenas superan los tres kilómetros. La más transitada será Raleigh, de 3,16 kilómetros, por la que competirán hasta en nueve ocasiones. La superespecial Destination NSW, de 2,4 Km. se repetirá seis veces. Habrá que ver si en las últimas pasadas el terreno no queda muy destrozado y la organización se ve obligada a asumir más cambios.