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A pesar de ser la gran esperanza para el futuro de Citroën, Stéphane Lefebvre aún necesita tiempo para madurar y conseguir temporadas completas en el Campeonato Mundial de Rallyes. El francés de veintitrés años de edad disputa en el Tour de Córcega su tercer rallye en la máxima categoría tras su debut en Alemania y una inesperada aparición en Australia.
Citroën necesita pilotos con los que luchar por victorias, pues el gran dominador de estos tres últimos años, Sébastien Ogier, fue a Volkswagen desde Citroën cuando parecía que proseguiría con el equipo de Yves Matton. En el mismo año un joven Thierry Neuville andaba por la escuadra, el mismo Neuville que ha sido señalado por varios jefes de equipo como el que puede batir a Ogier y que tendrá una nueva arma para 2016: el nuevo i20 WRC.
Hasta ahora ni Ostberg ni Meeke (al menos no de manera constante) han estado en la lucha por las victorias necesarias para hacer frente a Volkswagen, mientras que Lefebvre es aún demasiado joven como para que luche con pilotos de la experiencia del trío de Volkswagen. De hecho, tras su aparición en Córcega con el DS3 WRC en Catalunya estará de vuelta con el DS3 RRC con el que afrontó los rallyes de Polonia y Cerdeña, entre otros.
“En estos momentos aún está en la fase de aprendizaje. Es demasiado temprano como para saber cuál será su futuro. Pero para nosotros era importante que le diéramos las mejores oportunidades para que se desarrollaran a sí mismos y eso hemos hecho”, aseguró el Team Manager Marek Nawarecki según Autosport.