Madrid supera los 130 kilómetros por hora de media

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El Rallye Comunidad de Madrid-RACE 2018 fue en su estructura similar al de otros años, pero había una gran expectación en su desenlace. No en vano, estaba en juego el título absoluto, el de la categoría R2 y el de las dos copas monomarcas enmarcadas en el CERA, la Copa Suzuki Swift y la Copa Dacia Sandero.

Pero un detalle a tener en cuenta fue otro que aparecía junto a los tiempos al final de cada tramo: el de las velocidades medias. No es secreto que Madrid siempre ha sido un rallye rápido – lo que siempre ha favorecido a los Porsche y otros GT frente a los R5 y, antes de ellos, los S2000 – pero la diferencia con respecto a eventos del propio Nacional de Asfalto o fuera de él es bastante interesante.

La velocidad media más escandalosa la podemos encontrar en la segunda pasada por El Herradón, cuando José Antonio Suárez llegó a completar el tramo con una media de nada menos que 131,30 kilómetros por hora. La media en El Berrueco fue de 126 kilómetros por hora mientras que en Arrebatacapas fue de 116 kilómetros por hora en ambas pasadas.

Un poco más lenta (114,96 kilómetros por hora) fue la única pasada por La Puebla, siendo el tramo más lento de todo el itinerario… ¡el Jarama!. Incluso siendo un circuito y con varias chicanes eliminadas (solo se pusieron este año las de la recta principal) la media más baja en ambas pasadas fue la del trazado y sede del rallye. En comparación, las rectas de los otros tramos de la segunda etapa (El Herradón y Arrebatacapas, ambos en Ávila) eran tales que los R5 llegaban al corte durante cerca de 10 segundos, en velocidades de en torno a los 180 kilómetros por hora.

Si uno toma los datos de este último RallyRACC (rallye del WRC con carreteras de asfalto anchas y ‘circuiteras’), verá que la velocidad media más alta de un R5 sobre asfalto fue de 106 kilómetros por hora, alcanzada por Jan Kopecky en la mañana del sábado. Es un dato interesante dado que esa jornada estuvo marcada por las grandes lluvias – y más que la velocidad media más alta en todo el rallye entre los R5 la consiguiera Eric Camilli en la primera etapa con 107 de media en la segunda pasada por Pesells.

Dentro del WRC no hay muchos tramos de asfalto en el que se superen los 100 de media con los R5: solo uno en este Tour de Córcega (Désert des Agriates), seis en Alemania (Stein und Wein, Wadern-Weiskirchen, Römerstrabe, Panzerplatte, Grafschaft y Bosenberg, siendo Römerstrabe el más veloz con 113,6 de media). El RallyRACC rompe esa media pues todos los tramos de asfalto salvo Riudecanyes superan los 100 de media, siendo El Montmell el más rápido este año.

Otro caso de rallye con carreteras anchas y rápidas: el Islas Canarias, también del calendario del Nacional de Asfalto (además del Europeo de Rallyes). De todo el itinerario de este año, el único tramo en el que se superaron los 100 kilómetros por hora de media es el de Arucas, ocurriendo esto en las dos pasadas. En Adeje ocurría lo mismo en dos recorridos diferentes, el tramo de Santiago del Teide como el de Arona-Vilaflor-San Miguel. En ninguno de los dos casos se pasó de 106 kilómetros por hora de media.

Quitando los del rallye de Madrid, el tramo más rápido de todo el CERA ha sido el de Arucas (107,8 hizo de media Alexey Lukyanuk) seguido de Villanueva-Adamuz, el último de este Sierra Morena cuando Iván Ares completó el recorrido en 107,5 kilómetros de media. Además de los mencionados en el periplo canario, otros que se le han acercado son Monfero-Monfero en Ferrol, Los Carriles en Llanes (también marcados por Ares en ambos casos), Benifallim-Torremanzanas en La Nucía o el de Siero en el Princesa de Asturias, todos ellos superando los 105 kilómetros por hora de velocidad media.

Continuando con los tramos del ERC, la velocidad de los tramos de Ávila es similar a la de varios rallyes, sobre todo los de la segunda mitad del calendario europeo. Ahora bien, el rallye más rápido del ERC es el de Liepaja, con algunos tramos que rozaban los 130 kilómetros por hora sobre tierra. El Rallye de Polonia, el Rallye Barum y el Rallye de Chipre también contaban con un itinerario de llegar hasta la zona roja del cuentarrevoluciones, superando en muchos casos los 100 kilómetros por hora de media, siendo el Barum el único de todos ellos que se disputa sobre asfalto.