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Stéphane Peterhansel ha realizado unas declaraciones en la que destaca la falta de dureza que supuso el Dakar 2016, en el que se hizo con su duodécima victoria junto a Peugeot Sport. ‘Monsieur Dakar’ considera que la prueba realizada hace once meses carecía en gran medida de las etapas características del evento, pruebas de raids y de navegación pura.
Desde su recolocación en 2009 en Sudamérica, el Dakar ha buscado contar con el mayor número de inscritos posible, pero en 2017 la prueba tendrá tan sólo 316 participantes – lo que hace que sea el Dakar más pequeño de la historia. 83 coches (contando la categoría T3 donde corren pilotos como Joan Font o Santi Navarro), 50 camiones, 140 motos y 37 quads forman el plantel para esta edición.
“La verdad, la última edición fue la más floja de todas. Había demasiadas zonas de rallyes, muy pocas secciones de off-road como tal y etapas de navegación. Ese es exactamente el motivo por el que los organizadores van a subir el listón ahora”, declaró Peterhansel según el medio Rallye Magazin.
“Siempre ha sido así, después de un Dakar muy sencillo viene uno muy duro. También porque desde hace mucho tiempo nadie se está preocupando por la seguridad. Desde el primer metro ningún piloto va contenido y van a velocidad pura, etapa tras etapa”, añadió el francés.
Para esta edición de 2017 más de la mitad de las etapas son de navegación, con siete de ellas con una longitud superior a los cuatrocientos kilómetros. En ocho de los trece días de competición se superan los tres mil metros de altura, llegando a un máximo de 4.800 sobre el nivel del mar en tierras bolivianas.