El pasado fin de semana vimos como la FIA no se anda con chiquitas a la hora de aplicar su estricto protocolo anti Covid-19 que dejó por el camino tres duras sanciones, entre ellas al piloto oficial de Hyundai Motorsport en WRC2, Ole-Christian Veiby. Así no es de extrañar que a partir de ahora nadie intente ‘pasarse de listo’ y el primero en caerse de la lista del Rallye de Italia-Cerdeña de la próxima semana ha sido Oliver Solberg.
El noruego, que iba a correr su segunda carrera de la temporada con un Hyundai i20 Coupé WRC, no podrá viajar a la isla italiana después de que su padre, el campeón del mundo de rallyes de 2003, Petter Solberg, haya dado positivo. Al ser contacto estrecho, el joven piloto sueco se ha visto obligado a renunciar a la cita sarda, además de confinarse durante 14 días en Portugal pese a que en los varios test que se ha ido realizando ha dado siempre negativo.
"Podéis imaginar que estoy más que decepcionado por esta noticia. Estoy desolado", ha explicad Oliver Solberg. "Pero ya sabes, hemos visto en el último año lo que el coronavirus puede hacer. Mi padre está bien, con un poco de fiebre, y ahora mismo estoy pensando en él".
"Es muy difícil de llevar ahora, pero ya llegará el momento de mi próximo rallye con ese increíble Hyundai i20 Coupé WRC. Tenemos estas normas y reglamentos por una razón y esa razón es intentar que el virus no se extienda. Mi familia acepta completamente lo que la FIA, los organizadores del rallye, los gobiernos nacionales y los profesionales médicos nos dicen. Lo más importante es que mantengamos a la gente a salvo", ha añadido, mostrando una madurez muy superior a su compañero de marca Veiby, el jovencísimo Solberg.