La odisea de Joan Font y Borja Rodríguez en el Dakar no se detiene

"Arena, arena y más arena”. Joan Font no encontraba otra palabra más indicada para describir la quinta especial de este Dakar 2020, una jornada dividida en dos partes muy definidas, la primera de pistas rápidas con mucha piedra y la segunda de dunas, con subidas y bajadas muy pronunciadas. La etapa, de 564 kilómetros (353 cronometrados), entre Al Ula y Ha’il, ha sido una de las más complejas y exigentes de lo que llevamos de Dakar. 


“Ha sido una especial muy bonita pero también muy dura para nosotros, con muchas trampas, bajadas muy peligrosas y dunas muy altas. Nos hemos quedado clavados muchas veces, especialmente en la segunda mitad”, comentaba un Joan Font que en poco menos de una semana ya se ha doctorado en superar etapas dakarianas de noche. En esta ocasión, el piloto del FN Speed llegó a meta a las 22:30 hora local, tras más de once horas en carrera.


“Estamos contentos de seguir un día más en un rally extremadamente duro, especialmente para coches como el nuestro”, reconoce el piloto de Vic, consciente de las limitaciones de su montura. “Llevamos un súper Toyota Land Cruiser, un coche de carreras muy bueno y muy bien hecho, pero tenemos que ser realistas. Es un coche de serie, y tiene el peso y la potencia que tiene. El recorrido evidentemente favorece mucho más a los prototipos y los Side-by-Side”.


En cualquier caso, la lucha de Joan Font y su copiloto Borja Rodríguez no está en los tiempos, ni mucho menos, si no en ejecutar una buena labor de equipo, ayudar a los compañeros cuando toca y estar cerca de ellos cuando las cosas van bien. “Sabemos que habrán días buenos y otros más complicados. Ayer, sin ir más lejos, fue un auténtico calvario, perdimos mucho tiempo asistiendo a Michele Cinotto y llegamos al campamento de madrugada. Esta noche sólo hemos podido dormir dos horas”, explica, no sin antes acabar con su habitual optimismo: “Actitud a tope”.


Mañana, el recorrido se dirigirá hacia el sur y acabará en la capital del país, Riad. La jornada será tremendamente larga, con 838 km de etapa (477 contra el crono), y discurrirá al cien por cien por arena y fuera pista. “No vemos las horas para que llegue el día de descanso, pero para ello primero tenemos que superar la dura especial de mañana. A pesar de todo, hasta el momento las cosas nos están yendo bien. Vamos a nuestro ritmo, Borja está perfecto en la navegación y seguimos superando todos los obstáculos que nos ponen por el camino. Esperamos que no se tuerza mañana y podamos llegar en condiciones al ecuador de la carrera”, concluye el piloto catalán.