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El reinado de Jan Solans en el Junior WRC toca a su fin. Después de un año atípico, con solamente cuatro pruebas a disputarse, los más jóvenes del Campeonato del Mundo se jugarán en el Rallye de Monza la corona que el año pasado se llevó el piloto de Matadepera.
A la cita Italia se llegará con cinco equipos con opciones matemáticas al título, ahí es nada. Con la obligación de descartar el peor de los cuatro resultados cosechados a lo largo del año, el mejor posicionado virtualmente es el sueco Tom Kristensson. El subcampeón de 2019 suma 58 puntos (con victorias en Suecia y Cerdeña), de los cuáles, ahora mismo, se descartaría únicamente un punto.
Por delante, en puntos brutos, se clasifica Martin Sesks. El letón ha subido al podio en los tres rallyes celebrados -ganó en Estonia-, y cuenta con 68 puntos en su casillero antes de la prueba en el ‘templo de la velocidad’.
El tercer clasificado es Sami Pajari. El joven becado por la federación finlandesa está catorce puntos por detrás de Sesks y en Monza también optará al premio de mejor rookie del año del Junior WRC -se embolsaría 15.000 euros de lograrlo-.
Con opciones más remotas al título, Fabrizio Zaldivar y Marco Pollara saldrán en Monza pendientes de las actuaciones de sus rivales y con la calculadora en la mano en un campeonato donde cada tramo cuenta, ya que se otorga un punto por scratch y en la carrera italiana habrá 17 en juego.
Cinco hombres y un destino, ocupar el trono de Jan Solans en el Junior WRC en un Rallye de Monza que pondrá a prueba a los pequeños Ford Fiesta Rally4 en sus tramos de circuito y, sobre todo, en las especiales nevadas del sábado.