Carlos Sainz descuenta los días para iniciar su decimosexto Rally Dakar. El tres veces ganador del evento más exigente del planeta regresa con Audi a los desiertos de Arabia Saudí. La del próximo año será su segunda aventura con un vehículo impulsado por energía eléctrica. Al contrario que en la anterior, el madrileño partirá con una única misión, la de obtener el cuarto touareg. Su confianza en el trabajo de su equipo es absoluta.
"Afrontamos este Dakar con más de ambición que en enero de 2022. El año pasado el proyecto llegó justo de tiempo, pese al gran trabajo realizado con toda la tecnología compleja de nuestro vehículo. Este año, hemos podido sumar kilómetros en el propio Dakar y en el Rally de Marruecos de octubre, por lo que llegamos mejor preparados. El objetivo tiene que ser luchar por la victoria", afirma el bicampeón del mundo de rallyes.
"Me gustaría ser yo el que se subiera a lo más alto del podio el 15 de enero, pero si lo hace uno de mis compañeros estaremos igual encantados. Se ha hecho todo el trabajo que necesitábamos, pero seguimos siendo 100 kg más pesados que nuestros rivales. No obstante, tenemos una puesta a punto más depurada y esperamos ser lo suficientemente robustos y fiables para no tener ningún problema" setencia la mayor baza española.