Desde hace unos años las tendencias en el mercado automovilístico están cambiando, y ni los deportivos y descapotables son ya ese oscuro objeto de deseo de épocas anteriores (ahora lo son los SUV), ni los compactos GTI son el anhelo de todo joven. Estos últimos se dirigen ahora a un público más maduro, y han encontrado en las carrocerías familiares un reclamo perfecto.
Primero fue Ford con el Focus ST SportBreak y ahora le sigue Volkswagen con el Golf R Variant que presenta en el Salón de Los Ángeles. La única diferencia con el Golf R compacto está en la carrocería familiar, que cuenta con el plus de ofrecer un espacio de carga muy superior con su maletero de 605 litros (ampliables hasta 1.620 litros abatiendo los asientos).
Por lo demás, nada que no conociésemos ya. El motor sigue siendo el 2.0 TFSI de 300 CV y 380 Nm que, en combinación con la caja de cambios DSG de 6 velocidades y el sistema de tracción total 4Motion, consigue llevar a este familiar de 0 a 100 km/h en 5,1 segundos, hasta una velocidad punta de 250 km/h. Y todo con un consumo medio muy razonable de 7 l/100 km.
Entre las chucherías con las que cuenta la versión R, se encuentra una suspensión deportiva rebajada 20 mm que opcionalmente puede llevar amortiguadores pilotados (DCC), un control de estabilidad con modo Sport y desconectable, dirección progresiva y frenos más eficaces. Además en el selector de modos de conducción aparece el exclusivo Race.
Las cuatro salidas de escape, las llantas de 19 pulgadas (de 18 pulgadas de serie) y los faldones exclusivos, nos delatarán frente a quien le hayamos dicho que conducimos un ‘simple’ familiar. Igual que el interior con sus asientos deportivos con la R bordada, y otros elementos diferenciadores como molduras, pedales y volante.
El Golf R multiplica así sus posibilidades de venta, abriendo un mercado al que pronto se sumará también su primo el SEAT León Cupra ST.