A pesar de que va a ser una de las últimas marcas en sumarse a la exitosa tendencia SUV, SEAT no se va a conformar con una presencia mínima en el segmento. Su primer crossover ya está casi listo, y en la española ya están pensando con que compañeros de familia lo respaldarán.
Como ya es sabido, el primer SUV de SEAT llegará en 2016 asentado sobre la plataforma MQB del León y con un cierto parentesco familiar respecto a este, tomando parte de su diseño del IBX visto en 2011. Un SUV del segmento C listo para luchar con rivales tan duros como el Nissan Qashqai o el Mazda CX-5.
Hasta aquí nada nuevo. Eso ha venido a raíz de las palabras de Jürgen Stackmann a Autocar durante el pasado Salón de París. El CEO de SEAT ha dado a entender que un pequeño SUV urbano encajaría a la perfección con la filosofía de la marca, e incluso ha señalado ya que no contaría con tracción total.
Estaríamos por tanto ante un nuevo crossover derivado de la plataforma del nuevo Ibiza, un rival directo de exitosos modelos como el Peugeot 2008 o el Renault Captur, que podría llegar en 2017. Según Stackmann, dotar a este modelo de tracción total supondría un incremento de precio de unos 2.000 euros, sobrecoste que el cliente no estaría interesado en asumir en un coche de este tipo.
Pero además de sobre el más que razonable derivado SUV del Ibiza, Stackmann también habló de un posible SUV de gran tamaño (quizás en torno a los 4,70 metros). En SEAT se plantean muy seriamente esa idea, pero solo la llevarán a cabo si tienen la seguridad de que sus clientes quieren algo así.
Realmente estas palabras del jefe de la casa española tampoco descubren nada, pues si no estuviesen barajando la posibilidad de lanzar más vehículos de corte SUV, en un mercado en el que ganan cada día más y más terreno, es que no estarían atendiendo a las demandas del mercado.