El Nissan GT-R ha gozado de un gran tirón entre los aficionados a las transformaciones. Tunear un Aston Martin puede parecer un delito, pero hacerlo con un GT-R es casi obligatorio, va con el espíritu del coche. Desde China nos llega ahora el último, obra de Vilner.
El dueño de este GT-R quería personalizarlo, pero a diferencia de lo que ocurre en un 95 % de los casos, su exterior está prácticamente intacto. Solo unos vinilos en blanco mate han cambiado su aspecto, antes de color rojo.
Es en su interior donde descubres el nuevo carácter del coche. Aprovechando que es el año del dragón, en Vilner lo han retapizado por completo usando cuero y alcántara, y empleando a la mítica criatura como inspiración.
Con el negro como color predominante, el dragón bordado en rojo que recorre su techo (hay otro bajo la tapa del maletero) se combina con las costuras y algunos detalles en el mismo color. Un detalle curioso es el tapizado de varios paneles, que pretende emular a las escamas de estos seres. El volante y el pomo del cambio son también especiales y están creados en fibra de carbono.
Por lo que respecta a la mecánica, tan solo sabemos que los escapes están realizados en titanio. Aunque comentan que actualmente el coche alcanza 530 CV, que son los que alcanzó el GT-R tras su primer facelift, por lo que probablemente sea una de las primeras unidades actualizada.